Preguntas frecuentes:
- 1- ¿Qué es la domótica?
- 2- ¿Qué es la inmótica?
- 3- ¿A quién le puede interesar un sistema domótico?
- 4- ¿La domótica supone un ahorro energético?
- 4- ¿Existen reglas generales para que podamos instalar domótica en nuestra vivienda?
- 6- ¿Necesito un curso para manejar un sistema domótico de una vivienda?
- 7- ¿Qué aplicaciones se pueden tener en una casa domótica?
- 8- ¿Cómo actúa el sistema domótico sobre las instalaciones a controlar?
- 9- ¿Qué son los tipos y estándares de sistemas domóticos?
Fuente de la imagen: ©ovationav.com
1. ¿Qué es la domótica?
Se llama domótica a los sistemas capaces de automatizar una vivienda o edificación de cualquier tipo, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación, y que pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas, y cuyo control goza de cierta ubicuidad, desde dentro y fuera del hogar. Se podría definir como la integración de la tecnología en el diseño inteligente de un recinto cerrado.
2. ¿Qué es la inmótica?
La inmótica podemos definirla como el conjunto de sistemas automatizados que aportan servicios de comunicación, seguridad, bienestar o incluso gestión energética, en edificios o espacios de mayor escala. La relación con respecto a la domótica es muy estrecha, debido a que comparten la misma finalidad y aplicación tecnológica.
3. ¿A quién le puede interesar un sistema domótico?
La respuesta a esta pregunta obviamente es: “a todo el mundo”. No sólo oficinas, también hoteles, colegios y viviendas particulares pueden requerir los servicios que proporciona la domótica. Un sistema domótico es flexible, versátil y adaptable a cualquier necesidad, a cualquier tipo de edificio y a cualquier actividad que en él se vaya a desarrollar.
Un sistema domótico proporciona un sinfín de beneficios y ventajas que de ninguna manera pueden obtenerse con una instalación tradicional. Si tuviésemos que resumir en cuatro las principales razones para instalar un Sistema Inteligente, sin duda serían éstas: por comodidad, por seguridad, por confort, por información y por ahorro energético.
4. ¿La domótica supone un ahorro energético?
Lo primero que debemos pensar es en que elementos se produce el mayor gasto de energía en una vivienda o local. El 40% del gasto energético se produce al climatizar nuestras casas. La solución es bien sencilla. Controlemos la climatización. Mantengamos climatizada las estancias que queramos y no toda la casa. Ese es el verdadero ahorro: zonificar la climatización gracias a rejillas motorizadas de impulsión de aire acondicionado. De esta forma estamos empezando un sistema domótico que podremos ir ampliando para controlar más instalaciones de la vivienda.
5. ¿Existen reglas generales para que podamos instalar domótica en nuestra vivienda?
No existen reglas generales, pero sí algunos requerimientos e ideas que pueden ayudar:
- Prever una serie de cajas extras de empalme empotradas en pared para la distribución del bus domótico por toda la casa.
- Si existe falso techo o plafón en el techo, ese espacio puede ser aprovechado para instalar los equipos domóticos y que queden ocultos.
- El cableado de la instalación eléctrica deberá estar en buenas condiciones.
- En el caso de los sensores, normalmente son cableados y es necesario poder llegar desde el control central los sensores. Existe la opción inalámbrica, pero existe un mantenimiento de baterías, por lo que se recomienda cablear siempre que sea posible.
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6. ¿Necesito un curso para manejar un sistema domótico de una vivienda?
No es necesario, tan sólo una cierta información y práctica de lo que puede y debe hacer su sistema. Una vez instalado, es fácil de manejar; eso es lo que lo hace cómodo y útil. Además, al estar completamente personalizado al usuario, el problema de la complejidad se reduce al máximo. Hay que partir de la idea de que, si el sistema no es fácil de manejar por el usuario, entonces no es un verdadero sistema domótico.
7. ¿Qué aplicaciones se pueden tener en una casa domótica?
El objetivo de la domótica es hacer más cómodo, seguro y económico el uso de las infraestructuras de un edificio o vivienda, a un precio ajustado a las necesidades reales. Si el sistema domótico de la casa no es fácil de usar por el usuario entonces ese sistema no podemos considerarlo domótico, y por supuesto tampoco práctico.
En función de lo que el cliente desee, una casa domótica puede integrar muchas y diferentes funciones. Algunas aplicaciones domóticas típicas son:
- Detección de inundación, con cierre automático del suministro de agua, mediante electroválvulas.
- Detección de humos y gases, con disparo de sirena y aviso telefónico, tanto al usuario como a central receptora de alarmas, en su caso.
- Detección de intrusión o robo, mediante sensores volumétricos con similares avisos, tanto al usuario como a central receptora CRA.
- Control de climatización total para la vivienda, mediante bomba de calor. Tanto para proporcionar calor como frío. Se consigue la temperatura ideal, lo mismo en invierno como verano, con el consumo más reducido.
- Control de persianas motorizadas, tanto individualmente como por zonas, grupos o general.
8. ¿Cómo actúa el sistema domótico sobre las instalaciones a controlar?
El sistema domótico puede actuar sobre los controles o mecanismos, de la siguiente forma:
- Activación/Desactivación de todas las funciones a través del teléfono propio de la vivienda, es decir de forma inalámbrica, o desde un teléfono exterior, con confirmación de órdenes por parte del sistema mediante voz natural sintetizada.
- Detección de falta de suministro eléctrico general, gracias a la alimentación del sistema a través de un S.A.I. (Sistema de Alimentación Ininterrumpida) que lo mantiene operativo incluso en el caso de fallo del suministro.
- Sistemas de detección de intrusión, acceso por código de seguridad, oponiéndose a la violación de la vivienda, con detectores perimétricos.
- Iluminación externa y de zonas de paso por detector de presencia temporizado, aportando comodidad de uso y evitando derroche de energía.
- Control de temperatura en la climatización, por zonas independientes, mediante crono-termostato, para un mejor control y ahorro energético.
- Telefonía y comunicación tanto interna como externa, sonido ambiental para relajarse y disfrutar de nuestra música preferida. Sistemas sencillos o sofisticados, con varios canales, incluyendo comunicación por voz entre los habitantes de la casa y telecontrolados a través del teléfono.
- Conexión y desconexión, a distancia, a través del teléfono de todas las zonas programables tanto de alarma como de partes activas, por ejemplo, calefacción, riego, etc.
- Sistema de riego por captación de humedad del terreno, evitando tanto carencia como encharcamiento.
- Protección eléctrica y electrónica, de los dispositivos de control del sistema de cortocircuitos, provocados o fortuitos, mediante interruptores automáticos ultrarrápidos.
9. ¿Qué son los tipos y estándares de sistemas domóticos?
Desgraciadamente el mundo de la domótica es como una torre de Babel. Así, podemos distinguir entre estándares propietarios o cerrados y los estándares abiertos.
Los estándares propietarios o cerrados son protocolos específicos de una marca en particular y que solo son usados por dicha marca. Son protocolos cerrados de manera que solo el fabricante puede realizar mejoras y fabricar dispositivos que “hablen” el mismo idioma. Esto protege los derechos del fabricante, pero limita la aparición de continuas evoluciones en los sistemas demóticos, con lo que, a medida que los sistemas con protocolo estándar se van desarrollando, van ganando cuota de mercado a los sistemas de protocolo propietario.
En cambio, los estándares abiertos son protocolos definidos entre varias compañías con el fin de unificar criterios. En estos sistemas no existen patentes sobre el protocolo, de manera que cualquier fabricante puede desarrollar aplicaciones y productos que lleven implícito el protocolo de comunicación.