Seguridad en las puertas de entrada

• Seguridad en las puertas de entrada
• ¿Cuál es la puerta más segura?
• Cerraduras de seguridad
• Otros complementos de seguridad
• ¿Cuánto puede costar una puerta de entrada?

Fuente de la imagen: ©Max Vakhtbovych - Pexels

Cuando buscamos seguridad en puertas de entrada encontramos mucha información, pero confusa. Algunos instaladores dicen que solo hay puertas blindadas y acorazadas. Otros profesionales añaden a los dos tipos anteriores otras que llaman puertas de seguridad. Pero ¿qué es correcto? Lo cierto, es que las normas actuales no hablan de nombres en la seguridad en puertas: ni blindadas, ni acorazadas. Sólo clarifican las puertas de seguridad según su resistencia y otras características que describen las normas.

Los mejores expertos en seguridad indican que la seguridad en puertas debemos contemplarla desde tres aspectos o capas: resistencia física de las puertas de seguridad, sistema de detección, y control de las llaves.

Este aspecto hace referencia a la forma de fabricar la puerta en si. Es decir, a la estructura de la puerta de seguridad. Hay fabricantes que hacen un chasis con tubos de acero, y luego revisten la puerta con chapas lisas. En cambio, hay otros que no hacen ese esqueleto tan fuerte, pero revisten la puerta con chapas de acero con pliegues. Estos pliegues confieren mucha resistencia a la puerta, y son más efectivas frente a herramientas como taladros o radiales.

En España existen varias normas que definen el grado de seguridad en puertas. La norma UNE-EN 1627 y la UNE 85160, son las más utilizadas. Y entre estas dos, la norma UNE 85160 es más exigente y restrictiva, por lo que una puerta de seguridad que esté testada con esta norma nos garantiza una resistencia mayor que con la primera.

A pesar de esto, al elegir la puerta de seguridad nueva para la entrada no debemos conformarnos con el grado de seguridad respecto a las normas. Ya que hay puertas de seguridad que tienen el mismo grado o resistencia, pero tienen precios muy dispares. Esto es, porque las normas marcan limites de seguridad mínimos y hay fabricantes que se ajustan al mínimo, para hacer una puerta más económica. Pero otros quieren fabricar puertas más seguras, y le confieren características extra. Esta resistencia adicional se traducen en un precio de puerta de seguridad mayor, a pesar que la norma las clasifica con el mismo grado.

¿Sabías que el cerrojo o cerradura también influye en la seguridad en puertas? Los expertos lo llaman “potencia de cierre” y esta relacionada con la longitud de las barras de cerrojo. ¿Qué significa esto? Cuando cerramos una puerta salen unas barras que se introducen en el marco. La longitud del tramo que sale de la puerta debe ser como máximo la tercera parte de lo que se queda dentro. Si miramos las características que facilita el fabricante y nos indica que la longitud total es mayor, es decir B es mayor que 2 veces A, la “potencia de cierre” es mayor. Y cuanto mayor sea B con respecto a A, mayor será la “potencia de cierre”

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Nos indica la capacidad de alertarnos que hay un intento de forzar la puerta de entrada. Es decir, que de alguna forma la puerta activa una alarma. Hay fabricantes que incluyen un dispositivo electrónico en el sistema de cierre, en el bombín y el escudo que protege al bombín. De forma que, si alguien intenta taladrar el bombín, o forzarlo, se activa la alarma y el intruso aún esta fuera.

Hay otros fabricantes que incluyen una membrana electrónica adhesiva que se coloca en el marco de la puerta. Si el intruso intenta insertar una palanca para forzar la puerta, esta membrana detecta la palanca y activa la alarma. De igual forma, hemos conseguido que el intruso aún este fuera cuando suena la alarma, y aún necesitará cierto tiempo en conseguir entrar.

El último aspecto tiene que ver con los protocolos de seguridad y custodia de las llaves e información para duplicarlas. Cada vez es más difícil técnicamente duplicar una llave de una puerta de seguridad. Pero toda esa tecnología no sirve de nada, si hay fallos en la custodia de las copias o la información para duplicar una llave en concreto por parte del fabricante, distribuidor o instalador.

Por ello, siempre es importante que preguntemos al instalador que nos montará la puerta de seguridad que nos prepare el presupuesto que nos explique que protocolos de seguridad para hacer una copia tiene implantados el fabricante o el distribuidor con los que él trabaja.

A pesar que según las normas no hay distinción por nombres para las puertas de seguridad, todos hablamos de blindadas, acorazadas y puertas de seguridad. Por ello, queremos dar unas definiciones que según los expertos sirven, de forma coloquial, para diferenciarlas:

Se habla de “puertas blindadas” cuando tienen estructura de madera, y reforzada con dos chapas de acero. Generalmente de 2 mm de grosor cada una. Los marcos también suelen ser de madera y no están reforzados. Esta estructura solo confiere seguridad en puertas de forma aparente.

Por ello, estas puertas de seguridad no disponen de ningún tipo de certificación. De forma que, no se garantiza su resistencia ante las típicas técnicas de robo violentas o de habilidad. Por este motivo, los expertos desaconsejan su instalación como puertas de seguridad.

Por su parte las llamadas “puertas acorazadas” cuentan con una estructura de acero, por lo general. Y el marco también está fabricado con acero, de forma que, ofrecen una resistencia mucho mayor que una puerta blindada, estructuralmente hablando. Los expertos aconsejan que siempre revisemos que la puerta de seguridad acorazada tenga certificación según la norma UNE-EN-1627, como mínimo. Y mejor si la certificación es sobre la norma UNE-EN-85160.

Por último, una clasificación que no comparten todos los instaladores, pero que si la oiremos en muchos lugares. Las “puertas de seguridad” están fabricadas con estructura y marco de acero. Además, cuentan con elementos adicionales que les confieren mayor resistencia, comparándolas con las acorazadas. Los sistemas de cierre de las puertas de seguridad están preparados para resistir técnicas de habilidad, como son el bumping, ganzuado e impresión. Además contra técnicas violentas como son el taladrado, rotura y extracción.

Por supuesto, una puerta de seguridad cuenta con certificaciones según las normas EN-1627 y EN-85160. De esta forma garantizan que se ha testado tanto la estructura, como la cerradura, el bombín y el escudo.

Acudiendo a las normas, no identificamos que tipo de puerta de seguridad es mejor por el nombre que se utiliza en la calle: blindadas, acorazadas, o de seguridad. Ya que ninguno de estos nombres está en las clasificaciones oficiales de las normas.

Por ejemplo, La norma UNE-EN 1627 clasifica las puertas de seguridad por su resistencia a la efracción, desde la clase 1 a la 5. Pero solo indica que tengan cierta resistencia las clases 3, 4 y 5.

Por su parte, la norma UNE 85160 realiza la clasificación de la seguridad de las puertas según la protección que ofrece al ataque manual. Y lo identifica por las letras A, B y C. Siendo el Nivel C el que aporta una mayor resistencia. Los fabricantes hacen el test según las dos normas, dando clasificaciones como 3B, 4C o 5B.

Respondiendo a la pregunta de que puerta es mejor, una blindada o una acorazada, debemos acudir a como las definen coloquialmente los fabricantes e instaladores. Y según esas definiciones o clasificaciones extraoficiales, debemos entender que una puerta acorazada es mejor que una blindada. Es más, estas últimas se instalan cada vez menos por los particulares. Aunque son las puertas de seguridad que se instalan, por lo general, en las viviendas de nueva construcción.

Siguiendo las indicaciones de los expertos, una puerta de seguridad sin una cerradura adecuada, no sirve de nada. Es por ello, que queremos hacer un repaso a los diferentes tipos de cerraduras y complementos que hay en el mercado.

Podemos complementar nuestra puerta de seguridad con complementos para mejorar sus prestaciones:

Una puerta de entrada sin mirilla es como un coche sin luces. Las tradicionales mirillas nos ayudan a ver quien quiere entrar. Para aumentar la seguridad de las puertas, encontramos en el mercado las mirillas digitales o electrónicas. Estas disponen de una cámara que transmite e incluso graba a las personas que quieren entrar. Además, encontramos modelos que nos avisan a nuestro Smartphone, estemos donde estemos.

Las cerraduras electrónicas evitan el problema de las llaves de las puertas de seguridad como las conocemos hasta ahora. Existe cerraduras electrónicas con diferentes tecnologías. Las hay que son como un llavero que activa el mecanismo solo acercándolo a la cerradura. Otros modelos de cerraduras electrónicas funcionan con una botonera en la que debemos pulsar nuestro código. Las más modernas funcionan con la huella digital.

La domótica es otro sistema que nos ayuda a potenciar la seguridad de las puertas. Ya que podemos conectar a la domótica el sistema de alarma con la puerta de seguridad. Incluso que nos haga una llamada automática en caso de detectar que la puerta de seguridad está siendo forzada. Activar las luces de la puerta de entrada u otros que al instalador de domótica y de las puertas se le ocurran. Las posibilidades con la domótica son infinitas.

Los precios de las puertas de entrada varían mucho en función de la seguridad de las puertas. Como vemos en el siguiente cuadro, y mayor resistencia o seguridad que una puerta de entrada ofrece, su precio es mayor.