Preguntas frecuentes sobre suelos: parte 1

• 1. ¿Puedo poner laminado en el baño?
• 2. ¿Puedo poner laminado en la cocina?
• 3. ¿Un suelo de vinilo es adecuado en áreas como el baño o la cocina?
• 4. ¿Puedo instalar un suelo de parqué en la cocina o el baño?
• 5. ¿Se puede instalar un suelo laminado sobre un sistema de calefacción o refrigeración por suelo radiante?
• 6. ¿Se puede instalar un suelo vinílico sobre una calefacción de suelo radiante?
• 7. ¿Se puede instalar un suelo de madera sobre una calefacción de suelo radiante?
• 8. ¿Puedo instalar parquet con el sistema de calefacción por suelo radiante?
• 9. ¿Cuál es la superficie máxima de una estancia en la que puedo colocar el laminado sin necesidad de perfiles de dilatación?
• 10. ¿Cuál es el área máxima que puedo cubrir con el parquet sin utilizar juntas de dilatación en una habitación?
• 11. ¿Puedo colocar revestimientos de suelos vinílicos en estancias con balconeras o ventanales hasta el suelo?
• 12. ¿Necesito una base para la instalación de un suelo de vinilo?

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Algunos suelos laminados están diseñados para que soporten la humedad normal de un baño. No obstante, no todos son aptos para zonas húmedas en las que puedan caer regularmente al suelo salpicaduras de agua. Por ello, debemos informarnos, bien con el instalador que nos ofrezca el suelo laminado o bien en las etiquetas del producto, que se pueda instalar en el baño.

Muchos fabricantes recomiendan que, en estancias con humedad duradera, como es el caso de saunas, cuartos de baño pequeños, etc. no se debe instalar un suelo laminado. Ya que no se puede excluir el peligro de que la humedad penetre en el suelo. Si instalamos un suelo laminado en el cuarto de baño, debemos asegurarnos de no colocarlo en zonas sometidas a salpicaduras directas de agua, es decir, junto a la ducha, la bañera o el lavabo, y de que la humedad relativa no supere de forma permanente el 60 %. Y como medida necesaria, se recomienda usar un rodapié resistente al agua, de forma que se evite que el agua corra por debajo del laminado en los bordes.

En las nuevas edificaciones de viviendas, la cocina ya no se considera una estancia húmeda. Por lo que, salvo en casos de siniestros, no se espera que haya derrames o salpicaduras de agua directas sobre los suelos laminados. Así, muchos fabricantes no desaconsejan la instalación de suelos laminados en las cocinas. No obstante, desde Hogarsense hacemos la misma recomendación que en los baños, y antes de elegir un modelo de laminado, debemos consultar a un instalador si está preparado para soportar cierto grado de humedad.

Los suelos de vinilo tienen una base plástica, por lo que en principio serían válidos. No obstante, los fabricantes han incorporado en algunos formatos de montaje con clic fácil, de lamas y losetas, una base con fibras de madera. En estos casos puede haber algunos problemas con las humedades y por ello siempre es recomendable consultar que modelos son aptos para zonas húmedas, como el baño o la cocina.

No es recomendable la instalación de parqué en zonas húmedas. Incluso muchos fabricantes mencionan expresamente que su garantía no cubre los suelos de parqué instalados en habitaciones con agua. Esto es debido a que el agua y la humedad son los mayores enemigos de la madera.

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Muchos suelos laminados son aptos para instalarlos de manera flotante sobre un sistema de calefacción por suelo radiante de agua caliente. Aunque siempre es recomendable comprobar las características del suelo laminado elegido, para evitar sorpresas. En cambio, si instalamos el mismo laminado sobre sistemas de calefacción eléctrica por suelo radiante, los llamados sistemas de termorregulación, debemos tener en cuenta que:

✓ Usar el suelo laminado solo sobre sistemas que tengan un sensor y un regulador de temperatura.

✓ No colocar el laminado sobre sistemas antiguos, instalados antes del año 2000, de calefacción eléctrica por suelo radiante.

✓ Nunca instalar un suelo laminado sobre acumuladores nocturnos.

Los fabricantes incorporan en las fichas técnicas de los suelos laminados información sobre la resistencia térmica de estos. Por ejemplo, según que modelos, no se puede sobrepasar la temperatura de superficie máxima de 29°C y se debe evitar un proceso de calentamiento demasiado rápido.

En la actualidad encontramos algunos suelos vinílicos que soportan las temperaturas de un suelo radiante. No obstante, no todos los modelos son aptos para su instalación sobre un suelo radiante, bien sea de agua o eléctrico. Por ello desde Hogarsense siempre recomendamos consultar las indicaciones del fabricante en las etiquetas de cada producto, y asesorarse con un instalador experto en cada tipo de suelos.

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Aunque la madera sea en principio un material aislante, si es posible utilizar suelo radiante con cualquier tipo de suelo de madera. Hay muchos tipos de suelos de madera y cada uno tiene unas características propias que lo hacen más o menos apropiado para combinar con un suelo radiante. Y por eso deberemos informarnos primero, para poder tomar una decisión adecuada sobre el tipo de suelo de madera que podemos instalar sobre un suelo radiante.

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Aunque parezcan dos sistemas que no conjugan, la verdad es que si se pueden combinar. Debido a que el suelo radiante trabaja a bajas temperaturas, nunca superiores a 27°C no afectan al comportamiento de la madera que conforma el parquet. No obstante, para combinarlos debemos consultar a un especialista en parquet y que él compruebe que el espesor del parquet elegido y la resistencia térmica son adecuados para su instalación encima de un suelo radiante.

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Debido a que el suelo laminado varía de tamaño con la temperatura y la humedad ambientales de la estancia, es decir se hincha o encoge, los cambios de longitud con considerables en grandes superficies de suelo. Por ello, se recomienda el uso de juntas de dilatación adicionales a las perimetrales, a partir de una superficie de suelo de 8 m de ancho y 12 m de largo. Estas juntas de dilatación deben ser de al menos 8 mm.

En el caso de instalar un suelo laminado en toda la vivienda, o en varias estancias, se deben colocar juntas de dilatación en las transiciones de una estancia a otra. En caso de no hacerlo, si las estancias se calientan de forma diferente pueden producirse dilataciones diferentes, provocando tensiones en el revestimiento. Todos los fabricantes suelen advertir qué, si no dejamos las pertinentes juntas de dilatación, la garantía que dispone el suelo laminado queda anulada.

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En función del tipo de instalación varía el tema de utilización de juntas de dilatación. Por ejemplo, si se realiza la instalación de parquet pegado no hace falta dejar juntas de dilatación. Ya que el tamaño de las piezas suele ser pequeño y al estar fijas se limita su movimiento. Las instalaciones clavadas sobre rastreles suelen necesitar cierto espacio para la dilatación, aunque por lo general se aprovechan los pequeños espacios que se dejan entre cada lama.

En el otro extremo están las instalaciones flotantes. Las lamas de madera en este tipo de instalación no están fijas a ningún elemento constructivo, por lo que tienen gran libertad en sus dilataciones. Por ello no se deben superar los 8 m de ancho y los 10 m de largo en cada tramo de parquet. Y al igual que los suelos laminados, cada habitación debe estar separada de la adyacente por juntas de dilatación en las puertas.

Dependiendo del tipo o formato del vinilo es recomendable su uso o no. Por ejemplo, para una instalación flotante, es recomendable el uso de vinilo con placa de soporte HDF, SPC o similar. Ya que la estructura del suelo vinílico es más rígida y reaccionan con menos intensidad a las variaciones de temperatura que el vinilo sencillo. Sin embargo, cuando queremos o es preciso instalar un suelo vinílico puro o sencillo, por ejemplo, en zonas húmedas a la idoneidad, debemos encomendar la instalación pegada en toda su superficie.

En cuanto a su decoloración por el efecto de la luz solar, desde Hogarsense recomendamos comprobar las características técnicas del suelo vinílico elegido y su grado de cumplimiento conforme a la norma de certificación EN ISO 105-B02. No obstante, debemos tener en cuenta que la luz solar intensa puede hacer que aparezcan pequeñas juntas en las transiciones entre lamas. Aunque esto no es ni un defecto ni un problema.

Para la instalación de suelos vinílicos, es recomendable el uso de una capa base o aislamiento acústico. De esta forma se pueden nivelar pequeñas irregularidades en el subsuelo y se obtiene el efecto positivo en lo referente a la acústica del suelo. No obstante, algunos fabricantes incorporan una lámina de aislamiento acústico en ciertos modelos de vinilo con placa de soporte HDF, SPC o similar, por lo que no se hace necesaria la capa base. Aun así, si se instala ayuda a mejorar el comportamiento del suelo y absorber pequeñas irregularidades.

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