¿Suelo de vinilo adhesivo o en clic? Tu elijes

• Tipos de suelo vinílico
• Suelo de vinilo adhesivo
• Suelo de vinilo con clic
• Suelo de vinilo adhesivo para encolar
• Suelo de vinilo adhesivo en rollo

Fuente de la imagen: ©stock.adobe.com

Una vez elegido el tipo de material para el suelo nuevo de nuestra vivienda, las decisiones no terminan ahí. Cuando queremos poner un suelo de vinilo para renovar los pavimentos de nuestra casa, tenemos que elegir qué formato y forma de instalación queremos que nos realice un profesional de los suelos. En el mercado encontramos diferentes formatos de suelos vinílicos, de modo que siempre encontraremos lo que encaja para nuestra vivienda y las condiciones de instalación que nos interesen.

Los suelos de vinilo se pueden clasificar por su forma de montaje y por su presentación o formato. Por un lado, se distingue el suelo de vinilo adhesivo, el suelo de vinilo con clic y el suelo de vinilo adhesivo para encolar. Por otro lado, se puede clasificar un suelo de vinilo por su forma o tamaño, es decir, suelos vinílicos en lama, baldosas o setas vinílicas y suelo de vinilo el rollo.

Un suelo vinílico en clic es muy diferente a un suelo de vinilo adhesivo. No obstante, el precio de un modelo y otro no suelen variar mucho. Tampoco el precio de mano de obra para instalación del suelo vinílico. En función del suelo vinílico elegido, por su tamaño, por su forma de instalación, o espesor, el precio puede variar entre 10 € el metro cuadrado y 50 € el metro cuadrado. A este precio deberíamos sumar los trabajos del instalador para su colocación. La mano de obra y pequeño material necesario para instalación de un suelo de vinilo suele estar entre 6 €/m2 y 12 €/m2.

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El suelo de vinilo adhesivo está pensado para ser colocado sobre el suelo con relativa facilidad. El suelo vinílico autoadhesivo está impregnado en su parte posterior con una cola y protegido por un papel. Esta lámina de papel se quita en el momento justo anterior a la colocación. La instalación de los suelos de vinilo adhesivos debe hacerse sobre una base seca y bien nivelada.

Por ello, antes de la colocación de un suelo de vinilo adhesivo es muy importante eliminar las grietas, juntas de baldosas o los desniveles que hay en el suelo. De forma que quede completamente liso, de lo contrario, en breve tiempo el suelo de vinilo copiará esas formas y parecerá que está lleno de pequeños baches o abolladuras. Una vez nivelado el suelo es conveniente limpiarlo y darle una pasada de imprimación, sobre todo en suelos que sean porosos. De esta forma se evita la porosidad y se asegura que el suelo de vinilo adhesivo se adhiera correctamente.

Cuando elijamos un suelo de vinilo adhesivo encontraremos dos formatos, que pueden ir en función del fabricante o del diseño que se elija. Estos formatos o tamaños son la lama y la loseta vinílica.

Los suelos vinílicos de lama adhesiva, son piezas similares en tamaño a los suelos laminados, es decir que miden entre 15*120 cm a 20*200 cm. A esta loseta o lama, como suelo vinílico autoadhesivo, se les aplica durante su fabricación un pegamento adhesivo muy fuerte, en su cara inferior. Llevan un papel que se despega con facilidad, para poder colocar la lama en el suelo. Así, el adhesivo permite fijar la lama o loseta, suelo vinílico autoadhesivo, colocándola directamente sobre el suelo existente.

El tamaño de la loseta vinílica autoadhesiva suele ser más cuadrado, encontrando tamaños muy variables, completamente cuadrada 30*30 cm o 61*61 cm, o rectangulares 30*60 cm. No obstante, un suelo de vinilo adhesivo en loseta no es tan alargada como los suelos vinílicos tipo lama.

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Gracias a los nuevos sistemas clic que muchos fabricantes han desarrollado los suelos de vinilo con este tipo de montaje consiguen que las juntas de unión sean casi impermeables. De esta forma se consiguen suelos vinílicos que están cerca de ser 100% hidrófugos. Esto convierte a las tarimas vinílicas en el pavimento ideal para las zonas húmedas de las viviendas, como son la cocina, baños y cuartos de lavadora. Al igual que en un suelo de vinilo adhesivo, encontramos dos formatos para el sistema clic. Bien un suelo vinílico en lamas, o bien, en baldosas o también llamadas losetas vinílicas.

El suelo vinílico en lamas consiste en piezas mecanizadas de tal forma que encajan unas con otras. Se colocan unas junto a otras encajando las pestañas de las lamas entre sí, de forma que se consigue un sellado casi perfecto de las juntas. Los suelos de vinilo pueden ser colocados directamente sobre el suelo existente. No obstante, es aconsejable emplear una capa aislante térmica y/o acústica. Esta se coloca debajo, antes de instalar las lamas del suelo vinílico.

Las baldosas o losetas vinílicas clic tienen una forma de montaje igual a las lamas en clic. Lo único que las diferencia es su tamaño. Mientras que las lamas de suelos vinílicos suelen ser alargadas, con medidas que oscilan entre los 15*120 cm a los 20*200 cm, como un suelo de vinilo adhesivo, las losetas suelen medir entre 30*60 cm y 40*70 cm. Aunque estas medidas pueden variar en función del fabricante. Pero lo importante es que las lamas son más alargadas y las baldosas se acercan a la forma cuadrada.

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Un suelo vinílico para encolar se asemeja mucho al suelo vinílico autoadhesivo, aunque sin el adhesivo incorporado en su fabricación. Este tipo de suelo vinílico dispone de una capa superior de uso gruesa, que va desde 0,3 mm a 0,7 mm, lo que garantiza una gran resistencia de estas tarimas vinílicas. Además, Por lo general, este tipo de suelo vinílico es antideslizante, aspecto que favorece su instalación en zonas húmedas como son la cocina y los cuartos de baño.

Este tipo de suelo vinílico lo podemos encontrar tanto en formato cuadrado, en rectangular, o alargado, similar a los suelos laminados o a la tarima flotante. El tamaño suele depender del fabricante, aunque depende también del diseño o material que imitan. Es decir, cuando el suelo vinílico imita un suelo de madera, suele tener un formato más alargado, con medidas alrededor de 15*120 cm. Cuando se imita a piedra natural como mármol el tamaño es más cuadrado.

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Los fabricantes ofrecen una gran variedad de suelos vinílicos en rollo. Tanto en su aspecto de acabado, como en dimensiones de los propios rollos. Aunque no suele ser un suelo de vinilo adhesivo. De esta forma nos pueden suministrar rollos de suelos de vinilo que puede variar de ancho entre 1 y 4 metros. Y el largo del rollo varía entre 5 y 25 metros, por lo general. No obstante, en los almacenes suelen disponer de bobinas mucho más largas, y podemos comprar la cantidad que necesitemos. La gran ventaja de este formato es que nos aseguramos que no hay juntas, pudiendo colocar un suelo vinílico en toda una habitación con una sola pieza de pavimento.

Distinguimos tres formas de instalación de los suelos vinílicos en rollo. Por lo general cualquiera de los tres métodos es factible en cualquier ocasión. No obstante, suele utilizarse cada uno de ellos en función del tamaño de la habitación y del producto que elijamos. Así, encontramos la instalación autoportante, la instalación semi autoportante y la instalación pegada.

• Instalación autoportante: consiste en la colocación del suelo vinílico sobre sueldo base. Para ello se debe cortar todos los contornos o perímetro de la habitación sobre el suelo vinílico. De forma que al desenrollar completamente el suelo de vinilo ajuste perfectamente en todas las paredes. Este método de instalación se recomienda para pequeñas estancias, de menos de 12 m². El pequeño tamaño del suelo vinílico, ayudado por el peso de los muebles que hay en la habitación facilitará su inmovilidad.
• Instalación semi autoportante: consiste en la colocación de una cinta adhesiva doble cara en todo el perímetro de la habitación y en aquellas zonas donde se tiene que producir una junta en el suelo de vinilo. Se procede a hacer los recortes en el suelo de vinilo para que ajuste perfectamente a las paredes. Una vez todo preparado, se puede ir extendiendo el rollo de vinilo, al mismo tiempo que se retira el papel de la cinta adhesiva de su segunda cara. Este método de instalación es más adecuado para habitaciones que tienen más de 12 m², pero menos de 25.
• Instalación pegada: consiste en la preparación del sueldo base con una cola o pegamento. Una vez preparado el suelo se podrá ir extendiendo rollo de suelo vinílico, presionándolo de forma uniforme para evitar que queden burbujas de aire. Este método de instalación es más recomendable para grandes superficies, es decir estancias de más de 25 m².

Pero recuerda siempre, aunque parezca sencillo siempre recomendamos que acudas a un profesional para evitar errores pérdidas de material o acabados de poca calidad. Son los tienes que consultarnos y Hogarsense te pondrá en contacto con los mejores instaladores de la zona.

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