¿Cómo es un suelo de vinilo? Ventajas y características

• ¿Qué es el suelo de vinilo?
• 5 razones para elegir los suelos de vinilo
• Ventajas de los suelos vinílicos

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Los suelos vinílicos son un tipo de pavimentos fabricados a partir de PVC, también conocido como policloruro de vinilo. Es decir, el núcleo de un suelo vinílico es a base de polímeros de PVC. No obstante, no todos los suelos vinílicos se fabrican de la misma forma y se distinguen tres tipos por la composición de sus materiales.

En primer lugar, tenemos el suelo vinílico fabricado únicamente con policloruro de vinilo. En este caso se le conoce como suelo de vinilo LVT. Existe un segundo tipo de suelo vinílico que se fabrica con una combinación de virutas o serrín de madera y PVC. En este caso se llama a las losetas vinílicas como WPC. Por último, cuando se combina piedra y PVC se llama al suelo vinílico como SPC. No obstante, independientemente de los materiales de que esté fabricado, los suelos vinílicos suelen tener entre 4 y 6 mm de espesor.

Podemos decir qué las dos características que han favorecido el gran éxito de los suelos vinílicos son sus dos capas superiores. Por un lado, tienen un papel decorativo sobre el que los fabricantes imprimen cualquier diseño elegido. Y gracias a las nuevas técnicas de impresión si no se logran acabados con gran realismo a todo tipo de maderas o piedras naturales. Es por ello que suele ser utilizados como suelos imitación a madera, a mármoles y granitos. No obstante, también los hay con diseños propios sin intentar parecer otro tipo de materiales.

La segunda característica la confiere la capa superior. Esta lámina superior fabricada generalmente con poliuretano realiza la misma función que en los suelos laminados. Es decir, es la capa resistente al paso de personas, arañazos, golpes, etc. De forma que salvaguarda del diseño de la capa inferior y consigue que los suelos vinílicos duren mucho tiempo en buen estado.

Los suelos vinílicos están construidos a base de diferentes capas. De esta forma podemos distinguir a un suelo vinílico para montaje con clic en función de la estructura o las diferentes capas de materiales que lo componen. Así, encontramos tres tipos básicos de suelos vinílicos; los suelos de vinilo sencillos, los suelos vinílicos multicapa y el suelo vinílico rígido.

Las lamas o losetas vinílicas sencillas están compuestas de tres capas; la capa inferior es un tablero de vinilo, que le da rigidez y estabilidad dimensional. La capa intermedia es un papel decorativo con el motivo que se quiere imitar. Y la capa superior o de desgaste, es una lámina de poliuretano.

El suelo vinílico multicapa puede llegar a ser el doble de resistente que el vinílico sencillo. Su estructura está formada por cuatro capas; la inferior es una placa de HDF, que se denomina de respaldo y le da consistencia a la loseta vinílica. Le siguiente capa es de vinilo laminado, que le confiere resistencia. Le sigue el papel decorativo, sobre el qué se plasma el diseño elegido por el fabricante y por último la capa de desgaste. Sobre esta última se le confiere una cierta rugosidad que acompaña al diseño elegido en la lámina de papel decorativo. De forma que al tacto también parezca el material que se quiere imitar.

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Los suelos vinílicos rígidos han sido los últimos en aparecer en el mercado. Y se componen de varias capas, entre las que aparece un material de soporte nuevo, que le confiere mayor resistencia y estabilidad que los modelos anteriores. Gracias a esta nueva estructura esto las losetas vinílicas se vuelven menos sensibles al calor y por ello son más robustas y más adecuadas para un suelo radiante. Ya que resiste temperaturas de hasta 60 °C.

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Los suelos vinílicos no son nuevos en el mercado, ya qué aparecieron en los años 60 del siglo pasado. No obstante, ha sido en los últimos años y gracias a los avances tecnológicos que se ha conseguido mejorar su calidad e imprimir diseños muy realistas, que imitan perfectamente a los suelos de madera o de piedras naturales. A continuación, exponemos cinco motivos por los que los suelos de vinilo tienen éxito y puedes elegirlos para tu hogar.

Los suelos vinílicos tienen una muy buena relación precio-calidad. Gracias a las últimas técnicas de fabricación, se consiguen losetas vinílicas con gran resistencia y unos acabados muy buenos, a precios económicos. A continuación, podemos ver algunos precios para hacernos una idea.

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Teniendo en cuenta que el material base de que se fabrica es el PVC, sabemos de antemano qué un suelo vinílico resistirá la humedad y los derrames de agua que se producen en nuestro hogar. Esta característica lo hace mejor que otro tipo de pavimentos como la tarima flotante u otros suelos de madera, a los que suele afectar la humedad.

Algunos fabricantes han mejorado sustancialmente el sistema de montaje en clic haciéndolo muy hermético. De forma qué los líquidos que se pueda derramar sobre las losetas vinílicas apenas llegan a filtrarse entre las juntas de las baldosas.

Gracias al pequeño espesor de los suelos vinílicos, que apenas es de medio centímetro, lo hace ideal para pequeñas reformas. Por un lado, se minimizan los trabajos de albañilería, tan molestos por la sociedad que generan. Por otro lado, nos aseguran la mínima pérdida de altura en nuestra vivienda.

Gracias a los avances tecnológicos se han conseguido losetas vinílicas que soportan temperaturas de hasta 60 °C. Este tipo de suelos vinílicos son perfectamente compatibles con un suelo radiante, ya qué la temperatura del agua que circula por las tuberías del suelo radiante nunca sobrepasará los 45°. Tanto en modo calefacción como con un suelo radiante para refrescamiento los últimos suelos de vinilo garantizan un perfecto comportamiento.

Los últimos modelos de suelos de vinilo que han salido al mercado además de mejorar la resistencia y el aspecto del diseño, consiguen una sensación de suavidad y calidez propias de los suelos de madera. Además, la base material con las que están fabricados hacen que absorba el ruido de las pisadas. Siendo más silenciosos que otros tipos de suelos como los porcelánicos. El comportamiento acústico de muchos suelos vinílicos hace que se suavice o casi desaparezca el ruido de tacones, botas o pequeños golpes sobre el suelo.

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Los suelos vinílicos son cada vez más demandados para instalarlos en las viviendas. También son muy habituales en residencias, donde se instalan en los aseos y baños de las habitaciones. El motivo del gran crecimiento en ventas e instalaciones es que están alcanzando una gran calidad, tanto en resistencia como en acabados, que cada día se parecen más y más a los materiales originales como maderas, suelos hidráulicos, piedras naturales, etc.

La durabilidad y la larga vida útil es una de las características principales de un suelo vinílico. Gracias a la composición material de los suelos vinílicos estos son muy duraderos, resistentes a los agrietamientos, a las deformaciones causadas por impactos y por la presión de muebles u otros objetos. A diferencia de otros materiales como los suelos cerámicos que suelen ser más frágiles. Gracias también a su composición plástica son capaces de absorber los impactos de objetos pesados al caer sobre ellos.

La facilidad de instalación también es una característica importante de un suelo vinílico. Salvo los modelos que necesita de encolado, el resto de tipos de instalación suelen ser relativamente sencillas. No obstante, siempre es recomendable acudir a profesionales, que con su experiencia nos asegurarán una correcta instalación y una larga vida útil.

Los fabricantes suelen recomendar que ante la instalación siempre debe consultarse qué tipo de tratamiento necesita cada suelo vinílico y las propiedades de cada uno de ellos. Además de contar siempre con un profesional para su instalación.

Los suelos de vinilo son muy fáciles de limpiar gracias a su superficie de poliuretano, que además garantiza una higiene antibacteriana. Gracias a esta característica requiere de un mantenimiento mínimo, el cual consiste en una limpieza rápida con una mopa humedecida con agua y jabones neutros.

Gracias a la composición plástica de los suelos vinílicos, soportan muy bien la humedad por lo que son adecuados para baños cocinas y otras áreas húmedas. Además, una vez instalado, bien sea en lamas o losetas vinílicas, no necesita de rejuntado, al contrario que los que un suelo cerámico.

Otra gran ventaja de los suelos vinílicos es su gran variedad en diseños y acabados. Gracias a ello podemos elegir entre acabados que imitan muchos tipos de materiales, Ya sea madera, mármoles, suelos hidráulicos, u otros tipos. O bien diseños propios con colores vivos y muy variados. La variedad donde elegir es tan amplia que en ocasiones será difícil la elección.

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