Suelos de madera, una elección inteligente

• ¿Por qué elegir suelos de madera?
• Tipos de suelos de madera
• Un tipo de suelo de madera para cada estancia

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La madera es un material noble que aporta elegancia, calidez y confort. En definitiva, con los suelos de madera se consigue un hogar más acogedor. Además, la madera no está reñida con los diseños modernos. Simplemente tenemos que saber elegir el tipo de suelo, el color y acabado adecuado para conseguir una vivienda a nuestro estilo, bien sea rústico o minimalista.

✓ ¿Tarima o parquet?

No debemos confundir estos tipos de suelos de madera. Erróneamente muchas personas creen que la tarima es un suelo laminado que se instala por machihembrado, y el parquet las lamas de madera natural que se pega en el suelo.

Para tenerlo claro, te explicamos que la diferencia entre la tarima y el parquet radica básicamente en la forma de instalación. Los suelos de madera de tarima flotante se instalan sin encolar al suelo. Se unen por un sistema clic unas lamas con otras, sobre un aislante que favorece un ligero movimiento para dilataciones de la madera. Por el contrario, el parquet suele instalarse bien encolado al suelo base existente o enclavado a ristreles de madera. Pero siempre queda fijo.

Otra diferencia puede considerarse por su composición. El parquet suele ser un suelo de madera maciza, mientras que la tarima flotante suele ser la unión de diferentes capas de madera. Aunque esto no siempre es así, y podemos encontrar en el mercado algunas variantes.

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✓ ¿Qué madera elegir?

Los árboles más utilizados para fabricar los suelos de madera se caracterizan por tener una dureza relativamente alta. Este aspecto es muy importante, ya que la madera deberá soportar el paso de personas, de sillas con ruedas y el movimiento de muebles. Por ello es importante que sea resistente para que no se queden marcas, que estropean el suelo con facilidad. Además, al mismo tiempo no tienen nudos internos que dificulten su manipulación durante la producción, como sucede con la madera de olivo.

A continuación, relacionamos algunos de los árboles más utilizados para la fabricación de suelos de madera. Los instaladores profesionales conocen cada tipo de madera y siempre nos podrán asesorar cuando nos preparen los presupuestos de instalación.

Árboles utilizados para los suelos de madera

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Únicamente hay dos tipos de suelos de madera propiamente dichos, el parquet y la tarima flotante. Aunque las nuevas técnicas de fabricación han provocado que a otros materiales se les pueda dar un acabado que imita perfectamente a la madera.

Según lo dicho, solo el parquet y la tarima flotante son fabricados íntegramente con madera, y pueden ser considerados como suelos de madera maciza. Hay otros tipos de suelos como los laminados que tienen en parte derivados de la madera, como serrines o virutas, pero no madera maciza natural.

Por lo general está formado por piezas de pequeño tamaño, que suelen ser de 20 a 40 cm de lago por 4 a 6 de ancho, y un espesor de entre 1 y 3 cm. En el mercado encontramos diferentes formatos de parquet, como el parquet tradicional, el parquet machihembrado o tarima y el parquet mosaico.

También conocido como parquet multicapa, ya que por lo general está formada por varias láminas de madera. De forma que se combina una madera de gran calidad, que queda a la vista, y otras de menor calidad, que al instalarse quedan debajo. Su instalación es relativamente sencilla, al contrario que el parquet y permite el uso de calefacción por suelo radiante.

Los suelos laminados no deben ser considerados como suelos de madera, ya que en su fabricación no se utiliza madera maciza. Está formado por diferentes láminas de varios materiales. Entre ellas hay una lámina que se ha fabricado con fibras o serrín de madera prensada con resinas. También dispone de una lámina de papel impreso, con el motivo que se quiere imitar, como una madera noble. El resto son materiales sintéticos como el vinilo, PVC y resinas.

Hemos querido hacer referencia aquí a otros tipos de suelos que las modernas técnicas y tecnologías permiten que su apariencia sea a madera noble. De esta forma, casi cualquier tipo de suelo que podamos imaginar puede tener un acabado a madera de roble o de iroko, por ejemplo.

Los suelos de gres porcelánicos consiguen acabados tanto en textura y colores casi idénticos a la madera. Tanto es así que si no lo tocamos con la mano no notamos que realmente no es madera.

Los suelos de vinilo también pueden ser acabados con una capa impresa con fotos en alta resolución de maderas naturales, al igual que los suelos laminados. Lo que confiere a estos suelos ya instalados una apariencia a madera auténtica.

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La madera es un material muy versátil que nos permite una gran variedad de opciones, acabados y estilos. Pero lo más importante es que elijamos entre los suelos de madera el que más se adapte al uso de cada estancia.

La cocina es una estancia en la que los suelos sufren mucho, tanto por el tránsito, por el movimiento de sillas y mesa, como por la suciedad y humedad que sobre el suelo puede caer. Es por ello que en la cocina tenemos que optar por suelos de madera, bien sea parquet o tarima flotante, muy resistentes y con tratamientos de protección contra la humedad y otros.

Otra opción son los suelos laminados que dan una apariencia a madera, pero con las ventajas de los materiales sintéticos. Como material más tradicional tenemos el clásico gres o los porcelánicos, de los cuales hay modelos que imitan la madera a la perfección. Por último, también podemos elegir suelos vinílicos con imitación a madera, ya que se consiguen parecidos a suelos de madera muy logrados.

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En el baño al igual que en la cocina tenemos el problema del agua y la humedad. Los suelos de madera maciza aportan calidez y unos acabados con mucha calidad. No obstante, se trata de un material delicado y no soporta bien la humedad, salvo que se la haya tratado y barnizado adecuadamente.

Es por ello que la elección para el baño de suelos de madera no es habitual, aunque posible. Ya que los fabricantes buscan soluciones para conferir a las tarimas flotantes y parquet resistencia para poder instalarse en zonas húmedas. Aun así, un suelo imitación madera porcelánico o vinílico, son alternativas muy utilizadas para los aseos y baños.

Las zonas comunes de la vivienda como son los pasillos, el hall o recibidor, el salón y el comedor necesitan de suelos resistentes. Son estancias muy propicias para la instalación de suelos de madera, dado que ofrecen una calidez y acabados que combinan muy bien con los muebles y decoración.

No obstante, cuando tengamos que elegir, debemos fijarnos en el tipo de madera para que sea una con gran resistencia al impacto. Ya que en estas habitaciones es muy usual el movimiento de muebles, sillas, sofás o sillones y mesas. Además, el número de personas que usen estas estancias siempre es mayor que los dormitorios.

Otro factor a tener en cuenta cuando se elija el suelo de madera es el tipo de instalación más conveniente. Debido al alto tránsito y movimiento, siempre es mejor decantarse por un tipo de instalación que favorezca el aislamiento acústico, para molestar lo menos posible al vecino de abajo.

Los dormitorios son estancias con un movimiento menor de personas, pero en los que algunos muebles son desplazados con frecuencia. Las camas son movidas cada día al colocar bien las sabanas y mantas. Los jóvenes de la casa suelen disponer de una mesa de estudio y su silla, los cuáles mueven sin precaución a dañar el suelo. Por estos motivos debemos acudir a suelos de madera maciza con cierta resistencia.

Bien sea de parquet, tarima flotante o laminados, la instalación de estos tipos de suelos de madera crea unas habitaciones acogedoras y aporta a los dormitorios calidez. Además, son materiales aislantes, con lo que ayudan al ahorro de la calefacción y climatización.