Preguntas frecuentes sobre ventanas (parte II)

• 11- Si la cámara de aire del vidrio es mayor, ¿conseguiré un mayor aislamiento acústico?
• 12- ¿Cómo puedo reducir el ruido de mi casa con las ventanas?
• 13- ¿Cómo puedo evitar la condensación en las ventanas?
• 14- ¿Cuál es la mejor forma de ventilar las habitaciones en temporada de calefacción?
• 15- ¿Qué importancia tiene el cajón de la persiana en la ventana?
• 16- ¿Qué debo tener en cuenta para el mantenimiento de mi ventana?
• 17- ¿Es complicado limpiar las carpinterías de aluminio?
• 18- ¿Cuáles son las diferencias entre los tratamientos superficiales de lacado, anodizado y foliado?
• 19- ¿Cómo se consigue el acabado imitación madera en ventanas de aluminio?
• 20- ¿Es posible que el color interior y exterior de mi carpintería sea diferente?

A simple vista se puede pensar que sí, pero a ciencia cierta no. En cierto modo, el aislamiento térmico sí puede verse influenciado por el grosor de la cámara de aire que contengan las diferentes capas de vidrio. Pero para conseguir un mayor aislamiento acústico debemos recurrir a la mejora de las hojas de vidrio como tal. Es decir, incrementando el espesor de las hojas del vidrio podemos aumentar el aislamiento acústico. Cuanto más grosor tenga un vidrio mayor será su aislamiento.

Actualmente, también existen vidrios de seguridad en el que las dos hojas van enlazadas por una capa invisible. Este tipo de vidrios son denominados vidrios laminados ya que, se puede aumentar su factor de resistencia a golpes mejorando cada lámina que incorporemos de vidrio con tratamiento. Entre las diferentes láminas se encuentra una capa de butiral de polivinilo (PVB) que también consigue una mejora acústica además de seguridad.

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El ruido podemos medirlo en decibelios (dB) y puede afectar nuestra vivienda desde diferentes factores externos. Este valor nos indica la cantidad de energía de las ondas de sonido que intentan penetrar en nuestra vivienda. Y cada 10 dB que aísle la ventana, será equivalente a la mitad del ruido que aísle la ventana. Por lo que aislar nuestra vivienda del exterior, será mejor para la reducción del ruido.

Para poder llegar a reducir estos dB significativamente debemos incorporar algunas hojas de vidrio con tratamiento al acristalamiento de la ventana. A este tipo de ventanas se les llama vidrios laminados y suelen ser de doble o triple acristalamiento. Por ejemplo, una ventana con un valor de reducción de ruido de 30dB puede llegar a reducir la intensidad percibida por el oído humano a 1/8 parte del ruido proveniente del exterior. No obstante, la reducción del ruido de una ventana no solo depende de los materiales que la componen sino también de la buena instalación y hermeticidad de la ventana.

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La condensación es un fenómeno natural que se produce cuando la humedad o vapor de agua se deposita en las superficies frías de las ventanas. La causa reside en la diferencia de temperatura que existe entre el interior y el exterior de la ventana. En el interior de las viviendas se suele producir en las ventanas sin rotura de puente térmico o en paredes mal aisladas. Para controlar el problema podemos poner prestar atención a algunos factores determinantes:

1. Ventilación: Algo primordial es ventilar a diario todas las estancias de la vivienda, aunque haga un poco de frío. Con 10 minutos será suficiente. Es preferible que lo hagas abriendo varias ventanas para que se produzca una corriente de aire cruzada.

2. Romper los puentes térmicos entre el exterior y el interior: Esto evita que se produzca condensación cuando hay humedad y la temperatura exterior baja del punto de rocío, que es cuando el vapor se transforma en agua.

3. Apostar por sistemas de calefacción que no generen humedad: Usar aparatos de aire, emisores térmicos o un sistema de caldera y calefacción con radiadores pueden ayudar. Por su forma, los radiadores producen una ligera convección del aire, que ayuda a secar el ambiente. Además, no conviene poner la calefacción muy alta; así evitarás grandes contrastes de temperatura entre el interior y el exterior.

4. Pinturas transpirables en el baño y la cocina: En estos espacios podemos aplicar pinturas impermeables, cuando lo recomendable es todo lo contrario. Utilizar aquellas que son transpirables (aíslan de la humedad que sale a través de la pared, pero dejan salir el vapor fuera de la habitación, evitando la condensación). Aplica este tipo de pintura también bajo las ventanas que no tienen rotura de puente térmico.

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Lo mejor es una ventilación en cruzada o diagonal durante unos 10 minutos. En este tiempo los elementos de la instalación no se enfrían del todo. Las cantidades de aire necesarias para conseguir una higiene sana de la habitación no se consiguen mediante juntas no estancas. La ventilación continua conduce a unas pérdidas de energía cuantiosas para un cambio de aire reducido.

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Así como el tejado y las paredes resguardan todo lo que hay dentro de la vivienda, el cajón de la persiana cumple su importancia para el propio sistema de la persiana. Como siempre hemos dicho, no tiene ningún sentido instalar un buen acristalamiento de doble o triple vidrio, si luego el perfil que montamos no es de calidad. Pues con la persiana, pasa exactamente lo mismo. Si instalamos una buena ventana, pero dejamos un punto débil por donde se pueda colar el frío o el calor, perdemos parte del aislamiento. Por ello, de la importancia de instalar un buen cajón para la persiana. Si se instala de manera correcta y este es de calidad, no perdemos valores térmicos y acústicos de aislamiento.

Como recomendación, si todavía tienes los antiguos cajones de obra para las persianas, te aconsejamos quitar el cajón de obra e instalar la ventana con un cajón monobloque incorporado. Este sistema es totalmente compatible con las ventanas y ayuda a mejorar las prestaciones del conjunto de la ventana.

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Algo clave que debemos tener presente no para todos los días, pero si para cada cierto tiempo, es el mantenimiento de las ventanas. La limpieza, tanto del acristalamiento como el perfil, debe realizarse con agua y jabón neutro aplicados con una esponja o trapos suaves. Los disolventes abrasivos deben evitarse. También para mantener en buen estado los mecanismos de accionamiento (cerraduras, cremonas…) debe aplicarse un lubricante, de tal manera que la apertura no produzca resistencia y posibles ruidos de giro.

La frecuencia con la que debemos realizar este mantenimiento dependerá de la localización en la que nos encontremos. Por ejemplo, en las zonas rurales será suficiente con una o dos veces al año. Mientras que en ambientes industriales y zonas costeras deberá ser especialmente frecuente para evitar manchas de salitre u otras materias corrosivas.

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Si la ventana se encuentra a una altura media de donde podemos limpiarla nosotros mismos, el proceso de limpieza es muy simple. Si por el contrario, la ventana se encuentra a una altura donde necesitamos una escalera o andamio, o quizás solicitar la ayuda de profesionales de altura, puede que se complique un poco.

En el caso de poder limpiarlas nosotros mismos, simplemente impregne un paño o esponja suave con un producto limpiador o bien agua tibia con un 1% de jabón líquido neutro o similar y frote. Aclare con agua limpia y seque posteriormente con un paño absorbente. Los perfiles de aluminio y PVC se deben limpiar solamente dos o tres veces al año. Los perfiles de madera si se les debe prestar atención con mayor frecuencia. Sobre todo si la vivienda está en zonas próximas a industrias químicas o de primera línea de mar, aconsejamos realizar la anterior operación una vez al mes, como mínimo, para evitar las manchas de salitre u otros materiales corrosivos.

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El lacado consiste en aplicar un recubrimiento de pintura a base de resina de poliéster horneado a 180ºC. Las opciones son variadas e ilimitadas, ya que se pueden conseguir colores al gusto que están fueras de cartas catalogadas. Gracias a las diferentes capas de lacado, se puede conseguir diferentes acabados como brillo, mate o texturado.

El proceso de anodizado es la transformación de la capa externa de aluminio, que la endurece e impermeabiliza. Las opciones de color son limitadas, pero se acompañan de algunos tratamientos mecánicos que potencian el efecto metálico. A nivel de acabados se pueden conseguir diferentes tipos como mate, satinado, pulido y repulido que permiten personalizar las carpinterías con total libertad.

Por último, se llama foliado a la técnica para dar color a una ventana de PVC o madera mediante la aplicación de una capa laminada de color sobre al marco. La capa, o folio, resiste los fenómenos meteorológicos igual que el PVC y se puede usar en todo tipo de ventanas.

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En los perfiles de aluminio se puede lograr serigrafiar, a través de un proceso de lacado, las betas de la madera sobre el perfil. Este proceso se suele poner mucho en práctica cuando no se quiere perder el aspecto rústico en las viviendas. Para conseguirlo**, primero se le aplica una base de lacado de color marrón madera** a todo el perfil de aluminio. Y luego, se le puede aplicar otra base de color o directamente, aplicar la serigrafía de grietas y betas, para simular aún más el perfil de madera.

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Si. Tanto los perfiles interiores como exteriores se pueden colorear de forma independiente al gusto del usuario. De este modo, una ventana podrá tener un acabado interior completamente distinto del exterior. Por ejemplo, una ventana de aluminio puede tener un lacado rústico interior y un acabado de color básico en el exterior.