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- ¿Qué tener en cuenta al cambiar a emisores térmicos?
- Cómo elegir los emisores térmicos
- Materiales de los emisores térmicos
- ¿Cómo hay que instalar un emisor térmico?
- Mejores marcas de emisores térmicos
- ¿Por qué cambiar acumuladores por emisores térmicos?
Fuente de la imagen: ©Fotolia.com
¿Qué tener en cuenta al cambiar a emisores térmicos?
Tal y como sucede en cualquiera de las opciones en calefacción disponibles en el mercado, las alternativas que podemos encontrar son amplias y muy variadas. Por eso, es conveniente plantearse una serie de cuestiones previas antes de tomar una decisión acerca del tipo de calefacción y el modelo en particular.
Cambiar a emisores térmicos puede ser una decisión acertada. Siempre y cuando hayamos hecho una valoración de las necesidades de calor que vamos a tener. No solo en lo que a la cantidad de horas se refiere, sino también a la temperatura.
Algunos sistemas de calefacción están pensados para funcionar durante todo el día. Sin embargo, otros han sido adaptados para satisfacer necesidades de calor más puntuales. Si no utilizamos cada equipo para lo que ha sido diseñado, podemos estar afectando al rendimiento y la eficiencia que nos puede ofrecer. Otro efecto, que se puede producir es el incremento del consumo y, por consiguiente, un aumento de la factura de la luz, al no ser el que mejor se adaptaba a nosotros.
Por estos motivos, algunas de las preguntas que debemos hacernos antes de cambiar a emisores térmicos son: qué tipo de vivienda tenemos, cuáles son las temperaturas mínimas que se alcanzan en el exterior, qué dimensiones tiene nuestra vivienda, con qué frecuencia necesitaremos encender la calefacción y durante cuánto tiempo.
Otras cuestiones importantes son también el presupuesto con el que contamos. Algunos sistemas son sencillos, como instalar un emisor térmico o un acumulador de calor. Por el contrario, la instalación de calderas tiene una mayor complejidad, y a su vez, el precio de estas opciones es bastante más elevado.
Cómo elegir los emisores térmicos
Primero debemos hacer una valoración acerca de las cuestiones que hemos planteado en el apartado anterior. Cuanto tenemos claro que vamos a sustituir los acumuladores de calor, o el sistema que tengamos en casa, y cambiar a emisores térmicos, debemos elegir el adecuado. Para ello, debemos prestar atención a sus características particulares.
Por ejemplo, el material con el que están fabricados, ya que de ello dependerá su capacidad para almacenar el calor, su eficiencia energética o su consumo. En lo que respecta a las características técnicas de los emisores, al cambiar a emisores térmicos debemos saber que instalar un emisor térmico es relativamente sencillo. Se instalan con mayor facilidad que un acumulador de calor. Además, su mantenimiento es rápido y no conlleva complicaciones.
Por lo tanto, si no queremos invertir demasiado en una calefacción eléctrica, instalar un emisor térmico es una buena solución. Se trata de una de las ventajas de este sistema de calefacción. Lo que sí debemos tener presente es que, tal y como sucede con la instalación de radiadores, los emisores térmicos suelen ir fijos a una pared.
Solo podrá calentar la habitación en la que lo hemos colocado. En el caso de que tengamos estancias en las que no pasamos demasiado tiempo, no será necesario instalar un emisor térmico o cambiar a emisores térmicos allí. Bastará con hacerlo en los dormitorios o el salón.
Materiales de los emisores térmicos
El siguiente punto a tener en cuenta al cambiar a emisores térmicos son los diferentes tipos que existen. Estos se distinguen entre sí por los materiales que utilizan y que sirven para mantener el calor en su interior. Además, no todos funcionan de forma similar y por ello, para cambiar a radiadores eléctricos debemos elegir según las circunstancias de cada vivienda.
Emisor térmico seco
En primer lugar, podemos instalar un emisor térmico seco. El material del que suelen fabricar es el aluminio, y cuya ventaja principal es que se calienta con mucha rapidez. Estos son recomendables principalmente en aquellas viviendas o habitaciones en las que las necesidades de calor son de pocas horas. Esto es, que no superen más de una hora de actividad continua.
Si hablamos de zonas geográficas, se trataría de las zonas climáticas en las que solo es necesario conectar la calefacción al anochecer para elevar la temperatura de la vivienda. La desventaja que presentan, y el motivo por el que no se recomienda su uso prolongado, es que consumen bastante energía. No obstante, el precio no llega a los 100 € por 900 W de potencia, por lo que son emisores térmicos baratos.
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Emisor térmico de fluido
El segundo tipo de emisores son lo que utilizan un fluido. Este líquido reparte el calor de manera uniforme y es capaz de mantenerse caliente durante un cierto tiempo. Es decir, tiene mayor inercia térmica que los modelos secos. Esta característica les proporciona la capacidad de mantener el calor durante más tiempo sin estar conectados a la corriente.
Sin embargo, debemos tener en cuenta al cambiar a emisores térmicos de fluido que tardan más en calentarse. Aun así, se pode considera como un emisor térmico de bajo consumo, comparado con el modelo seco. Esto hace que, por media hora de consumo, se mantienen 40 minutos extra calientes.
El precio de cambiar a emisores térmicos de este tipo está entre los 100 € y los 200 € y las potencias son de unos 500 W. El motivo de ser más caros que un modelo seco, es por el uso de una tecnología mejor, y aportar mayores prestaciones.
Emisor térmico cerámico
Estos emisores térmicos también utilizan la tecnología en seco, pero de una forma más eficiente que los primeros. Instalar un emisor térmico de este tipo nos permite ahorrar en el consumo, ya que su inercia térmica es muy elevada. Puesto que disponen en su interior y rodeando a la resistencia eléctrica de piedras cerámicas.
Así, por dos horas conectado, los emisores térmicos cerámicos se mantienen calientes una hora extra. No obstante, hay que recordar que la inercia térmica también significa que tardará más tiempo en calentarse. Aunque el ahorro que se produce es relativo, se considera que es un modelo de emisor térmico de bajo consumo.
Si decidimos instalar un emisor térmico cerámico, su estética es bastante similar a la de un radiador tradicional. En lo que se refiere al precio, los de 600 W suelen rondar los 200 €. Los que llevan paneles de piedra suben hasta los 400 € o más.
¿Cómo hay que instalar un emisor térmico?
Instalar un emisor térmico no tiene una gran complicación, ya que no es necesario realizar obras en la vivienda. Se trata simplemente de colocar unos anclajes para poder sujetarlo a la pared en la que decidamos ubicarlos. Y asegurarnos que exista un enchufe eléctrico que soporte el consumo del emisor que queremos instalar.
Lo primero al cambiar a emisores térmicos será decidir dónde vamos a colocarlos para marcar los puntos de anclaje. Una vez que lo tenemos claro, cogeremos la plantilla para conocer la altura a la que lo instalaremos y la distancia que debe mantener con el suelo. Si tenemos zócalo en casa, habrá que tener en cuenta su tamaño para que no moleste. Si ya hemos marcado los puntos, procederemos a taladrar.
En el caso de sustituir los acumuladores de calor por emisores térmicos no tendremos problema con los enchufes. Si no es el caso, quizás necesitemos de un técnico electricista para adecuar la instalación eléctrica, poner enchufes y las protecciones adecuadas.
Es importante recordar al instalar un emisor térmico que no debemos colocarlos cerca de los muebles. Si están situados detrás de un sofá o de algún objeto, el calor pasará a estos y no a la estancia que queremos calentar. En el caso de haber ventanas encima, podemos colocar una repisa a unos 15 cm por encima del emisor para no perder el calor.
Una vez realizados los agujeros para los anclajes fijaremos los soportes en posición vertical. Con estos colocados, instalaremos primero la parte inferior del emisor para a continuación colocar la superior con las platinas metálicas. Debemos comprobar que está bien fijado y que no se mueve en ninguna dirección. El último paso es conectarlo a la red eléctrica para que pueda funcionar.
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Mejores marcas de emisores térmicos
En el siguiente cuadro ofrecemos un recopilatorio de varios fabricantes de emisores térmicos existentes en el mercado. Con sus características principales y su precio orientativo, que puede variar en función del distribuidor, zona geográfica o lugar de compra.
Marca | País | Experiencia | Productos |
**Orbegozo** | España | Más de 70 años | ✓ [Calefacción eléctrica](/calefaccion/calefaccion-electrica) ✓ Electrodomésticos ✓ Ventilación ✓ Campanas extractoras ✓ Termos eléctricos de agua ✓ Artículos de menaje |
**Elnur - Gabarron** | España | Más de 50 años | ✓ Calefacción eléctrica ✓ Bomba de calor aerotermia ✓ Calderas eléctricas ✓ Termos eléctricos de agua ✓ Aire acondicionado portátil |
**Taurus** | España | Más de 60 años | ✓ Calefacción eléctrica ✓ Ventilación doméstica ✓ Aire acondicionado portátil ✓ Des- y humidificación ✓ Robots de cocina ✓ Pequeño electrodoméstico |
**Haverland** | España | Más de 50 años | ✓ Calefacción eléctrica ✓ Aire acondicionado portátil ✓ Ventilación doméstica ✓ Purificadores de aire ✓ Des- y humidificación |
**Bosch** | Alemania | Más de 100 años | ✓ Calefacción eléctrica ✓ Bomba de calor aerotermia ✓ Calefacción a gas ✓ Termos eléctricos de agua ✓ Aire acondicionado |
**HJM** | España | Más de 40 años | ✓ Calefacción eléctrica |
**Thermotec AG** | Alemania | Más de 20 años | ✓ Calefacción eléctrica ✓ Termostatos y SmartHome |
¿Por qué cambiar acumuladores por emisores térmicos?
Antes de cambiar a emisores térmicos debemos conocer cuáles son nuestras necesidades específicas de calor. Por ello, no hay una respuesta única que sirva para responder a si es mejor instalar un emisor térmico que un acumulador o un sistema con bomba de calor. Cada sistema de calefacción tiene su propio funcionamiento y será más o menos adecuado para unas condiciones determinadas.
Los acumuladores de calor, especialmente los estáticos, están pensados para proporcionar calor durante muchas horas al día. Su consumo es muy bajo, ya que hacen la recarga en las horas nocturnas, haciendo uso de la tarifa de discriminación horaria. Esto supone un ahorro de más del 50 % en la tarifa de la electricidad.
Suelen utilizarse en las viviendas con niños o con personas mayores. Sobre todo, cuando tienden a permanecer mucho tiempo dentro de casa y necesitan una temperatura estable todo el día. También se emplean en las viviendas antiguas y con un aislamiento pobre.
Por el contrario, se recomienda instalar un emisor térmico cuando necesitamos obtener un confort inmediato o con menor tiempo. Aunque los emisores térmicos cerámicos se asemejan mucho a los acumuladores de calor. O también cuando deseamos hacer una programación específica a unas horas determinadas y para cada estancia.
Se recomiendan en viviendas nuevas con un buen aislamiento. De este modo, al instalar un emisor térmico, la temperatura se mantendrá mejor en el interior y no será necesario conectarlos durante demasiado tiempo. Así, podremos compensar con el consumo eléctrico que supone tenerlos mucho tiempo encendidos. También cuando las temperaturas en el exterior no son demasiado bajas.
Otra ventaja que tienen muchos modelos de emisores térmicos es que los fabricantes los adaptan para trabajar con paneles fotovoltaicos. Esto hace que se puedan usar durante el día, o incluso los modelos cerámicos, para que se carguen usando la energía solar y no consumamos electricidad de la red.
En cualquier caso, no es necesario cambiar a emisores térmicos si tenemos acumuladores en casa. Es posible combinar ambos en una misma vivienda y disfrutar así de las ventajas que ofrece cada uno de estos sistemas.
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