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- ¿ Por qué es importante un buen mantenimiento de los radiadores ?
- Consejos para un buen mantenimiento de los radiadores
- ¿Qué tipo de averías son comunes en los radiadores?
- Diferencias del mantenimiento de radiadores de calefacción central e individual
Fuente de la imagen: ©Kuchinna - Fotolia.com
¿ Por qué es importante un buen mantenimiento de los radiadores ?
Para que una instalación de calefacción funcione correctamente todos sus elementos tienen que estar en un buen estado de mantenimiento. El mantenimiento de tipo preventivo que el usuario le debe dar a los radiadores es una inversión más que necesaria para que cuando llegue el frio, el sistema funcione de manera correcta. Y es que los expertos aseguran que la falta de mantenimiento en los radiadores aumenta por lo menos entre 10 y 20% el consumo enérgetico de la caldera. Un aumento que se ve reflejado mes a mes en las facturas.
Cuando hablamos del mantenimiento en los radiadores, hablamos de una tarea muy sencilla de realizar y que puede ser llevada a cabo, en la mayoría de los casos, por cualquier persona. Sólo hace falta que tenga un poco de habilidad o experiencia en sistemas de calefacción. Los radiadores necesitan ser purgados constantemente para extraer el posible aire que se encuentra en la calefacción.
Ya que sino, podrían convertirse en un gran dolor de cabeza, encontrándonos, por ejemplo, juntas deterioradas que provocan pérdidas de agua en el circuito de calefacción, aumento de la corrosión, bajadas de presión de la caldera, etc. Un buen mantenimiento de los radiadores, no sólo mejora la calefacción en el hogar, sino que también ayuda a elevar la vida útil de los mismos y de la caldera de suministro, una media de 3 a 4 años más. Además, de poder evitar pequeñas averías.
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Consejos para un buen mantenimiento de los radiadores
Vamos a ver las tareas de mantenimiento más comunes de los radiadores y del circuito de calefacción, que evitará la ineficiencia y te ahorrará dinero en la factura al final del mes. Es necesario revisarlos al principio y al final de cada período de frío, así como hacer una revisión del estado del circuito.
1. Revisión de fugas en la calefacción:
La primera revisión que debemos efectuar es la de las perdidas de aquellas zonas del radiador que se encuentran en contacto con el circuito, las juntas de los mismos o los tubos de la válvula de purga. Las perdidas que se efectúan en estos puntos, en caso de que las gomas o las juntas se sequen, es relativamente poca. Sin embargo, el goteo que se puede producir día a día y de una forma continua, repercutirá en la presión del circuito. El mismo tendrá una baja y por lo tanto conducirá el calor con menos eficiencia, lo que derivará que la caldera consuma más gas para poder calentar el sistema.
2. Cómo saber si existen pérdidas:
A. No es necesario encender los radiadores, lo podrás hacer en frío y para ello necesitarás pasar un pedazo de papel higiénico seco por las juntas, conexiones para los tubos y las válvulas. Si el papel higiénico no se humedece es porque no existen pérdidas. Pero, si por el contrario se da el caso de notar humedad es que existen fugas y deberán ser reparadas. Esta tarea puede ser realizada por los mismos usuarios, pero nosotros te recomendamos llamar a un técnico experto en calefacciones en caso de que no tengas experiencia, ya que la reparación no es tan sencilla.
B. Purgar los radiadores de calefacción. Uno de los problemas más frecuentes que presentan los radiadores es la entrada de agua al circuito y que suele acumularse en las partes altas de los radiadores, y más si son equipos grandes o largos. Una vez que el aire se acumula dentro del radiador, no permite que el mismo pueda llenarse de agua caliente completamente y pierden efectividad. Además el aire absorbe parte del calor, creando un consumo superior.
3. Detectar si nuestros radiadores tienen aire caliente:
Coloca tu mano en diferentes partes y altura del radiador y si te das cuenta de que en la parte de arriba y la del final no hay suficiente calor, es que el aire se ha acumulado en el mismo. La solución es bastante sencilla y solamente deberás purgarlos. Cuando el radiador está frío, con el borde de la moneda se abre la válvula de purga.
De la válvula saldrá el aire acumulado hasta que finalmente empieza a salir agua, que se recogerán en un recipiente. Entonces tendremos que cerrar. Repetir esta operación en todos los radiadores que se halla advertido la presencia de aire
4. Controla la presión que tiene el circuito de calefacción:
Una vez que hayas realizado la purga del radiador, se debe comprobar la presión de la caldera ya que lo más posible es que ha caído. Se debe tener cuidado de que no se ha hecho por debajo del nivel de rojo en la lectura del manómetro. Si ha sucedido de esta forma, tendremos que rellenar el circuito de agua hasta que se el alcance el indicador verde. Si nos pasamos, tendremos que quitar el exceso de presión de la válvula de drenaje del radiador.
5. Cambio de los tapones de los radiadores:
Lamentablemente es una de las operaciones más complicadas y solamente podrán ser efectuadas por usuarios que tengan experiencia. En caso de no ser así, te aconsejamos contactar con un técnico de calefacción. Este proceso consiste en cambiar el tapón del radiador, en caso de ver que las juntas se han resecado, están oxidados o existen fugas en el sistema (Una de las opciones que se puede realizar, es la de apretar el tapón ante una perdida) pero esto solamente arreglará el problema por un par de meses, por lo que se aconseja cambiar el tapón.
Para cambiar el tapón debemos desconectar el radiador y cerrar el grifo del paso del agua para posteriormente vaciar el agua que se encuentra dentro del mismo en un balde. Debes tener en cuenta que el agua saldrá sucia, será varios litros y muchas veces huele bastante mal. Posteriormente podrás cambiar los tapones por los nuevos y atornillarlos correctamente para evitar perdidas posteriores. Seguidamente después de efectuar esta operación, debemos calibrar la presión del circuito ya que puedes estar seguro de que ha disminuido.
6. Enciende la calefacción durante el año
Muchos técnicos recomiendan encender los sistemas de calefacción durante unas cuantas horas un par de días en la época de calor. Esto se debe a que el sistema necesita estar lleno de agua nueva y caliente para evitar corrosiones o perdida de la presión del sistema. También evita que se presenten problemas posteriores antes de encenderlos de manera más frecuente en la época de frío. Y además, ayuda a que el sistema esté mejor acoplado y acondicionado para los meses duros, así cómo también reconocer posibles averías.
Cómo hacer un buen cuidado de los radiadores en la vivienda |
✓ Revisa continuamente el nivel de la caldera |
✓ Purgar los radiadores del aire que se ha acumulado |
✓ Enciende la calefacción no solamente en los meses de invierno |
✓ No coloques muebles cerca de los radiadores |
✓ Limpia la parte externa de vez en cuando con agua |
✓ Revisa los tapones |
✓ Revisa el estado de las tuberías |
¿Qué tipo de averías son comunes en los radiadores?
- Pérdida de agua
- Aparición de óxido
- No purgar el radiador (aire dentro del circuito)
- Piquetes y desgaste
- La caldera no tiene una presión adecuada
- El sistema no enciende ya que no hay suficiente presión de agua
- En caso de ser radiadores eléctricos puede que se haya quemado el encendido
- La caldera no cuenta con suficiente combustible
Si nos encontramos con alguna de estas averías, te recomendamos tomar las previsiones necesarias y contactar a un técnico especializado. Ya que el mismo te ofrecerá la mejor solución al problema o si por el contrario es más recomendable instalar un nuevo para evitar riesgos y, sobre todo, más gastos innecesarios.
Diferencias del mantenimiento de radiadores de calefacción central e individual
El mantenimiento de ambos sistemas es similar. Sin embargo debemos comentar que en los sistemas de calefacción central, los radiadores son suministrados de agua caliente por una bomba de calor central. En la que el usuario no debe hacerse a cargo ya que el mismo es realizado por empresas especializadas para grandes consumos y suelen ser calderas de mucha potencia, llevando este, un mantenimiento más complejo. Sin embargo, dentro de la vivienda si que se debe realizar el mantenimiento de los radiadores por lo menos dos veces al año y como mínimo dos meses antes de la llegada del invierno. Un mantenimiento a tiempo te ahorrará mucho dinero ya que el sistema funcionará sin problemas y te proporcionará el confort que es necesario para estos meses que suelen ser más duros y en los que necesitamos del calor necesario dentro de las estancias.