Menú de contenidos:
Fuente de la imagen: ©Bosch
¿Por qué realizar el mantenimiento de la calefacción?
Toda instalación, con independencia de los sistemas de calefacción que elijamos, requiere de unos cuidados. Hay que tener en cuenta que, todo lo que hagamos para cuidar la calefacción va a repercutir directamente en nuestros bolsillos. El mantenimiento de la calefacción siempre va a resultar más barato que una reparación. Como dice el dicho, "es mejor prevenir que curar". Una calefacción que no esté cuidada puede sufrir averías de difícil arreglo, lo que supondría reemplazar por completo toda la instalación.
Por otra parte, dependiendo de los sistemas de calefacción que tengamos en casa o de su antigüedad, puede resultar complejo encontrar algunas piezas que deban ser cambiadas. Por ello, lo mejor que podemos hacer es realizar un buen mantenimiento de la calefacción. Además, no implica tener siempre a un técnico en casa. Aún así, en el caso de las anomalías o fallos, sí es conveniente llamar a alguien experto. Sin embargo, revisar el funcionamiento y llevar a cabo determinadas acciones es algo que podemos hacer nosotros mismos. Estas pequeñas acciones pueden marcar la diferencia entre una vida útil larga y una reparación completa de la calefacción.
También, la renovación frecuente de los tipos de calefacción repercute negativamente en el medio ambiente. Por tanto, cuanto más tiempo podamos aprovechar la vida del circuito de calefacción, mayores ventajas obtendremos. No sólo para nuestro bolsillo, sino también para el planeta en sí. Antes de pasar a los consejos para el mantenimiento de la calefacción, vamos a conocer los distintos problemas que pueden aparecer según los tipos de calefacción. Si los sabemos identificar, nos será más fácil ponerles remedio.
Problemas que pueden surgir por falta de mantenimiento de la calefacción
Si ya cuentas en casa con un sistema de calefacción, es posible que estes familiarizado con los problemas más comunes que pueden surgir: ¿por qué la calefacción no calienta? ¿Por qué suena la calefacción? o ¿Por qué se apaga la calefacción?
Lo primero que debemos saber es que cuanta más información tengamos, mejor. Cuando el sistema de calefacción no funciona, la luz del piloto aparecerá en color rojo o apagado. En este caso basta con comprobar que el circuito de la calefacción está enchufado o que está recibiendo suministro eléctrico. Si es así, el problema es probable que sea ajeno al sistema de calefacción. Por ejemplo, algo podría estar obstruyendo el suministro de gas en la boquilla. En otras ocasiones, pueden no funcionar porque existe una fuga de agua o pérdida de presión en la válvula. Cuando se trata de fugas, lo más conveniente es llamar a un técnico especializado en calderas.
En el caso de que no caliente una de las razones suele ser los termostatos. Cuando están defectuosos, no regulan bien la temperatura e incluso pueden no calentar en absoluto. El mantenimiento de la calefacción cuando esto sucede es muy sencillo y podemos realizarlo nosotros mismos. Por último, a veces el circuito de la calefacción hace ruidos extraños. El motivo lo encontramos en la acumulación de cal en el interior del intercambiador de calor. Es por ello que muchos tipos de calefacción traen ya protección antical.
5 consejos para el mantenimiento de la calefacción
Cuando realizamos un mantenimiento de los sistemas de calefacción en general, estamos reduciendo el consumo energético en un 10% aproximadamente. A continuación, te vamos a dar una serie consejos para poder llevar a cabo dicho mantenimiento de la forma más fácil posible.
1. Comprobación de las conexiones del circuito de la calefacción
Los sistemas de calefacción no se utilizan a lo largo de todo el año. ¿Qué significa esto? Pues que debido a la inactividad, es muy probable que puedan surgir averías o que la conexión en el circuito de la calefacción pueda obstruirse.
En primer lugar, habrá que comprobar la red eléctrica de suministro. También las tomas de entrada y de salida del agua, así como el conducto de gas, en el caso que contemos con una caldera de gas. Si hemos podido comprobar que todo está en buenas condiciones, podemos ponerla en marcha y pasar al paso siguiente.
2. Ajuste de la presión del circuito de la calefacción
Para que estos sistemas de calefacción funcionen correctamente, debemos trabajar con la presión adecuada. Esta se sitúa entre los 1,2 y los 1,5 bares. Un bar viene a ser la unidad de presión con la que se mide el circuito de la calefacción. Tanto si se trata de calderas analógicas como digitales, siempre es posible ver el indicador de la presión. En el caso de que esta no sea la adecuada, bastará con girar la llave levemente para que la presión varíe. Un mantenimiento de la calefacción efectivo y fácil de realizar.
3. Elige una temperatura intermedia y agradable
Cuanto más alta sea la temperatura seleccionada para el circuito de la calefacción, más elevado será el consumo. Esto se traduce en un importe de la factura mucho más elevado. La clave para el mantenimiento de la calefacción está en la elección de la temperatura y su estabilidad. Si por la mañana ponemos una temperatura en el circuito de la calefacción muy elevada durante varias horas porque la casa se enfrió y no volvemos a conectarla a lo largo del día, no estaremos haciendo un buen uso de los equipos de calefacción.
Lo recomendable es mantener una temperatura de unos 18º si no estamos en casa, y al llegar no superar los 21º. Por encima de esta temperatura el consumo aumenta en un 7% por cada grado. Tanto para el mantenimiento de la calefacción como para el de nuestra economía, es mejor mantener el circuito de la calefacción encendido que dejar que se enfríe y que tenga que volver a realizar el esfuerzo de elevar la temperatura.
4. Comprueba los radiadores
Si nuestros sistemas de calefacción son los radiadores, debemos purgarlos al menos una vez al año. El circuito de la calefacción suele acumular aire en su interior que impide que funcione correctamente. El mantenimiento de la calefacción consiste en apagar la caldera durante unas dos horas, abrir el purgador y dejar que emita un silbido para echar el aire y volver a cerrar la llave cuando cesa el sonido y empiezan a caer gotas de agua.
Retirar este aire sobrante del circuito de la calefacción evita un calentamiento poco uniforme y los ruidos cuando se pone en marcha. Además, con este sencillo mantenimiento de la calefacción, estamos permitiendo que estos equipos rindan en todo su potencial. El mantenimiento de la calefacción resulta muy sencillo de realizar y consiste en seguir únicamente unos pasos básicos. Todo lo que hagas por tu hogar va a repercutir directamente en tu bolsillo y en tu bienestar.
5. Llamar para el mantenimiento de la calefacción
Si consideramos que el circuito de la calefacción no está funcionando como debiera y no somos capaces de identificar la avería o de repararla, lo mejor que podemos hacer es avisar a un servicio técnico de calefacción. Este tipo de profesionales están familiarizados con los tipos de calefacción así como sus averías y reparación. Ponernos en manos de expertos cuando corresponde contribuye también al alargamiento de la vida útil. Si no sabemos lo que hacemos, es posible que toquemos algo que no debamos o que dañemos el circuito de la calefacción sin quererlo.
La frecuencia del mantenimiento de la calefacción dependerá del Reglamento de las Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE). Para las calderas de gas domésticas, por ejemplo, la revisión obligatoria es cada dos años.
Así aseguraremos un funcionamiento óptimo. Las de gasóleo, sin embargo, ya en desuso, deben revisarse anualmente o incluso antes, según el fabricante. En el caso del gas natural, son cada 5 años. Por último, para los sistemas de calefacción eléctricos, la revisión no es obligatoria, sin embargo, no está de más realizarla cada pocos años, o anualmente si es algo más antigua.
Tipo de calefacción | Revisión obligatoria |
Calderas de gas | Cada 2 años / 5 años para gas natural |
Calderas de gasoil | Anual |
Calderas eléctricas | Según fabricante |
Radiadores | Cada 2 años / mantenimiento anual |
Suelo radiante | Anual |
Bomba de calor | Cada 2 años / mantenimiento anual |