¿En qué fijarse para cambiar la estufa?

• ¿Qué tipos de estufa existen?
• ¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir una estufa?
• ¿Conviene pasarse de un sistema de calefacción de gas a la estufa de pellets?
• ¿Qué tipos de estufa de gas existen y cuál elegir?
• ¿Cómo funcionan las estufas de gas?
• ¿Conviene pasarse al gas natural?

A la hora de hacer una búsqueda entre la tipología de estufas existentes nos daremos con la sorpresa de que en el mercado hay una gran variedad de ellas. Esto resulta positivo, ya que cada una de estas variantes están diseñadas para que se adecuen a necesidades diferentes.

Cada uno de nosotros tiene una situación y necesidades diferentes, por ello, es importante analizar el tipo de estufa que nos ofrecerá el mejor rendimiento. A continuación, te presentamos las estufas de calefacción más buscadas en el mercado.

Las estufas de pellets son probablemente las más utilizadas en la actualidad. Esto se debe a lo económico que resulta el tipo de combustible que estas necesitan. Este tipo de estufa tiene un funcionamiento simple. Aunque, normalmente se suele usar una estufa en chalés o casas de campo, también es posible usar una estufa de pellets en otros tipos de viviendas como, por ejemplo, un piso.

Para esto, debemos tener en cuenta algunos puntos relevantes, ya que de esto dependerá la eficiencia del funcionamiento de tu estufa. Para tener una estufa de pellets eficiente en tu piso, esta deberá tener acceso al tejado, puesto que es necesario hacer la instalación del tubo de expulsión de humos.

Otro detalle que considerar es la cercanía que la estufa debería de tener a una toma de corriente. Además, si quieres evitar que el suelo de tu vivienda sufra a largo plazo, deberías de considerar que la instalación de la estufa de pellets se lleve a cabo sobre láminas aislantes o una chapa de acero en el caso en que tu suelo sea de madera.

Debido a que este es un mercado con bastante demanda, dentro de la categoría de estufas de pellets también podemos encontrar diferentes tipos. A continuación, presentamos una tabla que explica de manera sencilla la diferencia del funcionamiento de cada estufa de pellets:

No debemos olvidar que, aparte de la información proporcionada, también es necesario tener presente la normativa para este tipo de sistemas de calefacción. Por esto, desde Hogarsense recomendamos contactar a profesionales homologados en el sector que siempre están informados en temas de normativa y trabajan cumpliendo las últimas reglamentaciones.

Este sistema de calefacción está también bastante expandido en el país. Sin embargo, debido al incremento del precio de la electricidad, su uso encarece la factura de la luz. A no ser que dispongamos de una instalación fotovoltaica.

Las estufas eléctricas emiten calor por convección. Es decir, el calor se transfiere debido al movimiento del aire dentro de la estancia. Este tipo de estufas garantiza una gran seguridad, siendo menos nociva, puesto que al ser eléctricas no generan gases ni emiten humos. Tiene un mantenimiento relativamente sencillo.

Sin embargo, este tipo de sistema de calefacción no suele tener mucha potencia. Por esta razón, se usan comúnmente en espacios reducidos, o como complemento de otro sistema de calefacción.

Las estufas de leña son la versión anterior a la estufa de pellets, o de biomasa, y necesita de madera en bruto para funcionar. Hace algunas décadas este tipo de calefacción era el más utilizado, debido a la mayor concentración de población en el campo. Hoy en día la distribución poblacional es muy diferente y en las ciudades es más difícil el acceso a la leña

Es por esta razón que la tendencia de su uso será probablemente menor con el transcurrir de los años. Sin embargo, se seguirán utilizando en zonas donde la leña sea un recurso fácil de conseguir.

Aunque este tipo de equipos suele necesitar un mayor mantenimiento, puesto que se genera mayor cantidad de cenizas, es un sistema de calefacción bastante eficiente. Es necesario, no obstante, contar con una salida de humos apropiada e instalar este tipo de estufa en un lugar con ventilación adecuada.

También llamada estufa de queroseno. La característica principal de este tipo de estufas es su funcionamiento silencioso. Además, no necesita instalación, por lo que en ese aspecto nos podremos ahorrar dicho coste que con otros sistemas de calefacción es necesario y caro. Las estufas de parafina tampoco necesitan mantenimiento, son portátiles y tienen una gran potencia, ya que pueden calentar muy rápido el sitio donde se encuentran.

En definitiva, las estufas serán siempre una buena opción cuando hablamos de sistemas de calefacción debido a las razones citadas en este artículo. Hay que recordar, sin embargo, que cada uno de nosotros tiene necesidades diferentes. Para que quede más gráfico, mostramos una tabla que resume la diferencia entre las estufas que hemos presentado anteriormente.

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El precio siempre será uno de los factores más importantes para decidirnos por un tipo de calefacción u otro. Sin embargo, existen otras características a tener en cuenta antes de comprar una estufa. Llegados a este punto, tenemos dos principales aspectos que considerar:

1. La potencia de una estufa

No siempre es adecuado cambiar a la estufa de calefacción que tenga la mayor potencia, sino la que sea más eficiente. Es decir, tendremos en consideración la potencia adecuada para no pasar frío ni consumir más de lo necesario. Por esto, tenemos que recordar que la altura de los techos de una habitación influirá en la potencia que será necesaria, ya que el calor va hacia arriba. Por ello, a mayor altura, hará falta mayor potencia.

Pongamos un ejemplo. Si tenemos una habitación de 2,5 metros, hará falta que nuestro equipo pueda funcionar con una capacidad de entre 60 y 70 vatios por metro cuadrado. En caso de que el aislamiento sea pobre o la altura mucho mayor al estándar, habrá que añadirle más vatios.

2. El rendimiento energético

Cuidar el medioambiente también es importante. Para ello debemos recurrir a los pellets como energías alternativas de calefacción. Estos aportan mayor rendimiento que la leña, aunque también es posible encontrar estufas de gas que sean más eficientes que los pellets en este sentido.

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La respuesta parece ser evidente debido a la subida del gas. Sin embargo, repasemos algunos aspectos que son detalles que pueden ser interesantes a la hora de diferenciar entre las características de uno y otro sistema de calefacción.

En conclusión, las estufas de pellets son una excelente alternativa para nuestra calefacción. Con ella calentamos nuestro hogar con gran confort y ahorro a medio y largo plazo.

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Aunque haya mucha gente que se decida por una estufa de pellets, siempre habrá otras familias que tengan una necesidad diferente. Por esto, es importante describir las diferentes estufas de gas que existen en el mercado y presentar sus características.

El factor clave a la hora de decidirnos por una estufa de gas u otra es, probablemente, la estancia en la que la vayamos a instalar. El lugar donde la vayamos a colocar debe contar con buena ventilación, ya que la estufa de gas necesita consumir el oxígeno del lugar donde se encuentren.

Entre los diversos tipos de estufas de gas tenemos la estufa de gas radiante, la estufa catalítica y la estufa de llama azul. Como es de suponer, cada una tiene su propia característica, por esto, en Hogarsense hemos preparado una tabla que explica las diferencias entre las diversas estufas de gas.

En resumen, la estufa de gas de llama azul es la más eficiente en su tipología, ya que es la que menos consume y cuenta con una vida útil más amplia que los otros modelos de estufa.

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Antes que nada, hay que saber que las estufas usan gas propano o gas natural y el funcionamiento de estas es sencillo.

El proceso que sigue el gas

El gas fluye desde la válvula principal a un colector en el que se encuentran más válvulas dispuestas para cada quemador de la estufa.

Estas válvulas correspondientes a estos quemadores son las encargadas de regular el gas enviado a cada quemador de la superficie de cocción. Esto sucede a través de una perilla que se encuentra en la parte exterior de la estufa. Por lo que, mientras más gas dejemos fluir a cada quemador, más grande será la intensidad de la llama y, por lo tanto, generará mucho más calor.

El proceso de la combustión

Entre la válvula y el quemador se encuentra un tubo estrecho y corto que tiene la finalidad de mezclar el gas con el aire para lograr la combustión. La mezcla de gas y aire se enciende ya sea con una llama piloto, cristales piezoeléctricos o un encendedor de chispa. Esto ya depende del sistema de encendido que utilicen.

Unos modelos de estufas de gas tienen un piloto a forma de llama pequeña que arde de forma constante bajo el centro de la parrilla. La mezcla de gas y aire pasa a través de un tubo hacia el piloto que posteriormente la enciende. Finalmente, las llamas fluyen por el tubo del quemador de la estufa.

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La respuesta corta es sí, en el caso de usar otro tipo de gas. El gas natural es el tipo de gas más conveniente por dos simples razones que explicamos a continuación.

En el caso de que tengas, por ejemplo, una estufa que funcione a base de butano, habrás notado que el olor no pasa desapercibido. El olor del gas natural, por el contrario, es mucho menor.

Otra de las razones por las que elegir gas natural es el precio. La distribución del gas natural se realiza por vía subterránea, mientras que el butano se distribuye en bombonas.

Si estás pensando en hacer una instalación o cambio de gas natural por LP para poner a funcionar tu estufa de gas en este invierno, te recomendamos que antes te mires esta tabla que aparece a continuación.

Como ya lo hemos mencionado antes, el precio es un factor decisivo en esta comparación. Por ello, si estás pensando en buscar una estufa de gas natural para tu hogar, ten en cuenta las principales características que te hemos presentado en este artículo.

Por último, no está de más recomendar estar al día con la reglamentación de calefacción o contactar con especialistas homologados que siempre tendrán esta información a la mano. Todo esto para evitar problemas futuros, ya que las reglamentaciones de instalaciones térmicas en edificios son cada vez más estrictas.