¿Qué es un emisor térmico?

• ¿Qué es un emisor térmico?
• Tipos de emisores térmicos
• ¿Cuál es el mejor emisor térmico?
• Ventajas de los emisores térmicos

Fuente de la imagen: ©Hogarsense.es

Un emisor térmico es un equipo eléctrico o electrónico que proporciona calefacción con base al efecto Joule (1). Su apariencia es la de un radiador tradicional que se conecta mediante tuberías a una caldera de gas o pellets. Sin embargo, los emisores térmicos son equipos individuales y no necesitan conectarse a otros elementos o calderas.

Su funcionamiento se basa en el consumo de electricidad por parte de una resistencia en su interior. La forma de transmitir el calor que genera la resistencia al exterior depende del tipo de emisor térmico del que hablemos, ya que existen varias clases, según su construcción.

Por lo general, los emisores térmicos disponen de un mando para su programación, tanto de temperaturas deseadas, como de horarios. Así es que podemos establecer los momentos de funcionamiento en función de nuestros hábitos.

(1) Describimos el efecto Joule como: “el fenómeno irreversible por el que cuando por un conductor hacemos pasar una corriente eléctrica, parte de la energía cinética que poseen los electrones se transforma en calor, ocasionado por los choques entre estos y los átomos del material conductor por el que circulan, de modo que elevan la temperatura del mismo.”

¡Pide Presupuestos Sin Compromiso!

Volver al menú de contenidos

Aunque externamente todos los emisores térmicos se parezcan, internamente pueden funcionar de forma diferente, en función de su forma constructiva. De esta manera, distinguimos tres tipos de emisores térmicos: los secos, los de fluido y los emisores térmicos cerámicos.

La principal diferencia entre ellos y más importante para los usuarios, es la rapidez con que alcanzan la temperatura deseada.

Un emisor térmico seco se fabrica con un cuerpo de aluminio, que sirve de contenedor, y su forma facilita el paso del aire entre sus aletas. Dispone de una resistencia en su interior que es la que se calienta. El resto de huecos en su interior solo dispone del aire que ha quedado contenido en su fabricación.

Al no disponer se nada en su interior no mantiene por mucho tiempo el calor, por eso se considera que tienen muy poca inercia térmica. Esto hace que se calienten muy rápido, difundiendo el calor también de manera rápida. Sin embargo, al apagarlo, del mismo modo, pierde rápidamente el calor. Transmiten el calor a la estancia por convección, gracias al paso del aire entre sus aletas, desde la parte baja a lo alto del emisor.

Este tipo de emisores está indicado para lugares no muy grandes y donde el uso es esporádico, con periodos de utilización relativamente cortos. Por ejemplo, un baño.

Fuente de la imagen: ©Hogarsense.es

Se construyen de forma similar a un emisor térmico seco. Sin embargo, se llenan de un líquido que mantiene la temperatura durante cierto tiempo, como un aceite especial. Por lo general, la resistencia se sitúa en su parte inferior y al calentar el aceite, este empieza a circular, subiendo hasta la parte alta cuando está caliente y bajando cuando se enfría. Y así, sucesivamente, mientras el emisor térmico esté encendido.

Aunque están diseñados igual que los emisores secos, para que puedan trabajar por convección, su principal forma de transmitir el calor es por radiación. Se considera que son un modelo intermedio en cuanto a prestaciones. Al disponer de un líquido térmico en su interior, necesitan algo más de tiempo para calentar. No obstante, también tiene mayor inercia, por lo que son capaces de transmitir calor durante más tiempo. Se recomiendan en estancias de mayor tamaño y pueden utilizarse en toda la vivienda. Su uso puede extenderse a 6 u 8 horas seguidas.

Fuente de la imagen: ©Hogarsense.es

El emisor térmico cerámico es la gama alta de los emisores térmicos. La base de fabricación es la misma que en los modelos anteriores. Sin embargo, se les incluye en su interior de un material cerámico que se calienta al encenderse la resistencia. Gracias a ello, tiene un gran inercia térmica, aunque también necesitan más tiempo para llegar a la temperatura deseada.

Al igual que los emisores de fluido, trabajan principalmente por radiación, aunque gracias al diseño de sus aletas, también pueden difundir calor por convección. Gracias a su alta inercia térmica es muy habitual usarlos con tarifas de discriminación horaria. Aunque no llegan a ser tan apropiados como los acumuladores de calor.

Fuente de la imagen: ©Hogarsense.es

Volver al menú de contenidos

Catalogar un emisor mejor que otro debe ser siempre teniendo en cuenta el factor de uso. Es por ese motivo por el que siempre se habla de recomendaciones de utilización. Ya que unos modelos sed calientan muy rápido y dan servicio casi de forma inmediata. Sin embargo, hay otros que primero deben cargarse, acumular calor, y es entonces cuando nos ofrecen todas sus prestaciones.

De esta forma lo adecuado es hablar del emisor térmico más adecuado para un sitio en especial. Aunque siempre buscaremos un emisor térmico bajo consumo, que nos ayude a controlar la factura de la luz. Así, tenemos el siguiente rango de usos:

Para estancias pequeñas y en las que estemos poco tiempo. Nos proporcionan calor de forma rápida, pero también se enfrían en seguida.

Para servicios de mayor duración, entre 5 y 7 horas. Por ejemplo, para la habitación de los niños, donde pasan varias horas al regresar del colegio.

El emisor térmico cerámico sirve para aprovechamientos más intensivos, casi durante todo el día. Ideales para salas de estar o zonas de trabajo que están ocupadas entre 8 y 10 horas. En estos casos es conveniente aprovechar una tarifa de discriminación horaria.

Otro aspecto relevante es marcar una temperatura razonable. Por lo general se aconseja que, durante el día, cuando no estamos en casa se marque entre 15 y 17 °C. Cuando estamos en casa podemos subirla entre 20 y 22 °C. Y cuando nos acostamos, basta con 15 °C.

¿Necesitas una caldera o calefacción nueva para tu casa?

¡ Pide Presupuestos sin Compromiso !

Volver al menú de contenidos

Los emisores térmicos nos ofrecen ciertas ventajas, aunque no funcionen igual. Un emisor cerámico tiene unas características diferentes a uno seco, sin embargo, podemos aprovechar los beneficios que nos ofrecen, de igual forma.