¿Cuál es la mejor caldera para mi casa?

• ¿Cuál es la mejor caldera?
• ¿Cómo elegir la mejor caldera de gas?
• Comparativa de calderas de condensación
• Herramientas para elegir la mejora caldera

Fuente de la imagen: ©Hogarsense.es

Hablar de la mejor caldera en general es algo que no tiene sentido si no acotamos o marcamos los criterios de valoración. Sobre todo cuando cada vivienda y cada familia es única y con unas necesidades específicas. No todos tenemos los mismos horarios, las mismas costumbres o las mismas exigencias de confort.

Por ello, para elegir entre las mejores calderas para nuestra vivienda debemos definir que es lo que necesitamos. De este modo, podemos empezar por saber o decidir que tipo de combustible es el que nos interesa. También debemos conocer que tipo de tecnología de combustión es más adecuada para nuestro caso. Sí necesitamos o no algún tipo de regulación especial o con algo sencillo tenemos suficiente. Y así, podríamos ir considerando diferentes factores, algunos de ellos más importantes y otros de algún modo prescindibles:

En primer lugar, es muy importante saber que combustible podemos usar y de entre ellos cuál es mejor en nuestro caso. Pongamos el ejemplo de una familia que dispone de dos viviendas; una primera residencia en la ciudad y una casa de descanso en un pueblo o en el campo. Aunque sea la misma familia, será muy difícil que coincida el combustible más adecuado para cada caso.

De este modo, podemos elegir entre gas, gasóleo, electricidad o biomasa. Para cada uno de ellos habrá unas circunstancias que lo hagan más favorable:

El tipo de combustión que se produzca en una caldera nos indica la necesidad de unas características para el sitio de la instalación. Por ello, también será un condicionante a la hora de elegir entre las mejores calderas para nuestra casa. No a todos los combustibles antes vistos les afecta este factor, ni en todos los casos habrá calderas con todas las opciones. Describimos en el siguiente cuadro todas las posibilidades, que coinciden con el gas.

El modo en que puede funcionar una caldera o el tipo de regulación de que dispone ayuda a mejorar su eficiencia. Es por ello, que día a día se van mejorando la forma en que la caldera debe funcionar para conseguir mejores calderas. Desde no disponer de ningún tipo de regulación, hasta llegar a una comunicación total con los sistemas domóticos que controla todo en nuestro hogar. La regulación de las calderas ha evolucionado de la siguiente manera:

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Las calderas de gas disponen de diferentes características que hacen única a cada caldera, diferenciándola de las demás y aportando beneficios para los usuarios. Es algo que no depende de las marcas de calderas de gas, sino más bien de cada caldera en particular. Cada una de estas características nos ayuda a definir la que queremos o mejor se adapta a nuestras necesidades:

Debemos decidir si necesitamos que la caldera de gas nos suministre tanto calefacción como agua caliente, entonces será una mixta. O solo necesitamos aporte a la calefacción, porque el ACS lo tenemos resuelto con otro equipo, entonces será una simple o solo calefacción.

La potencia nos indica la capacidad que tiene cada caldera de generar agua caliente. La potencia debe ser acorde los cálculos que haga el técnico instalador. Así, podrá cubrir la demanda de nuestra vivienda, tanto por su tamaño, orientación, tipo de aislamiento, altura de las estancias, etc.

La capacidad de una caldera para ir variando la cantidad de gas que inyecta en el quemador es muy importante. Gracias a esta tecnología se puede variar el tamaño de la llama, adaptándola a la temperatura del agua que llega a la caldera. Cuanto más fría necesitamos una llama más grande y viceversa.

Las calderas de condensación se distinguen por el rango de modulación que tienen. Así, las mejores calderas de gas tienen un rango de 1:12. Mientras que las más sencillas solo tienen de 1:4, es decir, 4 niveles de modulación, 25%, 50%, 75% y 100%.

Lógicamente, a mejor tecnología tendremos un mayor rendimiento y por consiguiente un mayor ahorro de gas. Algo que agradeceremos cada mes al recibir la factura del gas. Además, la diferencia de precio de la caldera de condensación la compensaremos mes a mes. Y, en apenas 3 o 4 años, ya tenemos amortizada la diferencia de precio respecto a una de bajo NOx, y mucho antes sobre una caldera estanca.

Esta propiedad de las calderas de gas ayuda a disponer de agua caliente en los grifos con más rapidez. Así distinguimos 3 tipos de calderas:

Caldera de gas de servicio directo: no disponen de ningún aporte preparado para servir agua caliente y debe encenderse la caldera para calentar el agua. Esto hace que tarde bastante en llegarnos el agua caliente.

Caldera de condensación con micro-acumulación: se dispone de un pequeño depósito de unos 5 litros. En él se almacena agua que la caldera mantiene constantemente caliente. De este modo, cuando abrimos un grifo se inyecta esa agua y la caldera empieza a trabajar para calentar más y que no pare el servicio.

Caldera de gas con acumulación: son calderas que disponen de un acumulador de mayor tamaño integrado en su parte posterior o en la parte baja. Su ubicación depende del tamaño del acumulador integrado, desde 20 a 80 litros o más. No obstante, hay calderas que sin tener acumulación están preparadas para conectarse a un acumulador exterior. Así, disponemos de una cantidad de agua caliente suficiente y preparada para una ducha.

Fuente de la imagen: ©Hogarsense.es

Cuando hablamos de los materiales nos referimos al cuerpo de la caldera, que es dónde se producen las altas temperaturas para poder calentar el agua. Es muy importante que este sea de materiales que resistan esas altas temperaturas sin deformarse ni deteriorarse. Además, deben soportar cambios bruscos de temperatura. Distinguimos dos opciones:

Acero inoxidable: las mejores calderas de gas disponen de una cámara de combustión de este material, ya que es más estable y soporta durante más tiempo el trabajo continuo.

Aleación de aluminio y silicio: Es una buena alternativa, aunque no resiste tanto tiempo en buenas condiciones.

El caudal que necesitamos para abastecer el servicio de agua caliente sanitaria también es muy relevante, sobre todo cuando la familia es de varios miembros. Por lo general, el caudal que es capaz de suministrar una caldera va en consonancia con su tamaño, y por supuesto con su potencia.

Por lo general, no es algo que molesta debido a que las calderas suelen ubicarse en la cocina, terraza o una ubicación en la que los sonidos no nos preocupan. Sin embargo, debemos añadir que cada día se mejora este aspecto y las mejores calderas de gas apenas generan sonidos molestos.

La eficiencia de una caldera nos ayuda a minimizar los gases que se emiten a la atmósfera, y al mismo tiempo a reducir el consumo. En cuanto a este factor, las calderas han evolucionado de la siguiente manera: caldera atmosférica, caldera estanca, caldera de bajo NOX y caldera de condensación. Sin embargo, las calderas de condensación no son todas iguales. Por eso debemos acudir a un instalador que nos explique las diferencias de cada una de ellas y la variación en eficiencia que tienen.

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En la siguiente tabla ofrecemos una comparativa de calderas de condensación que diferentes expertos han evaluado y han considerado las mejores calderas de condensación del momento. Sin embargo, cada día surgen mejoras que los fabricantes aplican a sus nuevos modelos. Es por ello, que solo debemos tenerlo en cuenta como guía inicial. Nos sirve para conocer las calderas mejor valoradas y, también, las marcas de calderas de gas más punteras.

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Desde Hogarsense te ayudamos para que instales en tu casa la mejor caldera de gas. De forma que tengas el máximo confort y un consumo adecuado al uso que le des. Por eso te ofrecemos dos posibilidades para que te informes y decidas que caldera instalar:

Nuestros instaladores asociados son técnicos homologados y con mucha experiencia que te ayudan en todos los pasos. Disponen en sus catálogos las mejores calderas de condensación, de las mejores marcas de calderas de gas. Así, cuando calculen la calefacción que necesitas, tendrán varios modelos de calderas de gas donde podrás elegir sin problemas.

El proyecto HARP, de sus siglas en inglés para Planificación para la Recalificación de Sistemas de Calefacción, es un proyecto financiado por la Unión Europea. Se ha desarrollado en 5 países de la Unión Europea: Portugal, España, Francia, Italia y Alemania.

Este proyecto fue motivado por la gran cantidad de sistemas de calefacción antiguos y con muy baja eficiencia que hay instalados en toda Europa. Se centra dentro de los objetivos de mejora en la eficiencia energética de los hogares a lo largo de todo el continente. Con el objetivo último de reducir el consumo energético en toda la Unión Europea. Este esfuerzo se ha reforzado tras el conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha motivado una escalada de los precios de la energía.

El principal objetivo del proyecto es mejorar la eficiencia energética de los 126 millones de calderas instaladas en la UE. De ellas, alrededor del 60% son ineficientes, es decir, tienen un rendimiento C o inferior.

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