¿Qué es mejor, comprar, leasing o alquiler de placas solares?

• ¿Qué es el leasing de paneles solares?
• ¿Qué es el renting de placas solares?
• Diferencias entre Leasing, renting de placas solares y compra
• ¿Por qué comprar es mejor que alquilar placas solares?
• Beneficios del autoconsumo fotovoltaico

La decisión de instalar placas solares para sumarse al autoconsumo es cada vez más fácil. Las constantes subidas de la luz, el disponer de horas de sol en gran cantidad y el camino hacia un modelo energético más sostenible, hacen que cada día tengamos claro que el futuro está en las energías renovables, y en especial en la fotovoltaica.

No obstante, ante el reto del pago de la instalación surgen alternativas, como el renting, el leasing o alquiler de placas solares y la compra, aunque sea con financiación.

El leasing de paneles solares es una alternativa para disponer y disfrutar de las ventajas de la energía fotovoltaica sin tener que ir al banco a pedir un préstamo al consumo. Cuyos intereses se comen el ahorro que podemos conseguir con la instalación de paneles solares.

Esta fórmula de alquiler de placas solares es ofrecida por empresas especializadas o instaladores de fotovoltaica que quieren dar más facilidades para que sus clientes se unan al autoconsumo en España. De forma que el instalador de autoconsumo es el que hace el esfuerzo económico inicial en el leasing de paneles solares y así nosotros no tenemos que pagar nada. En contraprestación deberemos realizar unos pagos, generalmente cada mes, con los que abonamos el servicio de la instalación fotovoltaica.

En este sistema, la instalación es propiedad de la empresa instaladora hasta que hacemos frente al último pago. Es en ese momento cuando nosotros seremos los propietarios de los paneles solares. En cierto modo se parece a un alquiler de placas solares con opción de compra ya definida en el contrato de leasing. O también lo podemos considerar como un método de financiación fotovoltaica, en la que no interviene ningún banco.

No obstante, como cualquier forma de financiación fotovoltaica tiene algún coste o desventaja. Uno de estos es que la empresa instaladora, al hacerse cargo de la inversión inicial, aplicará un aumento en el precio de las placas solares para compensar que nos financia la instalación. Esto va a hacer que al final paguemos más que comprando y pagando las placas solares nosotros mismos.

Otro inconveniente es que, a pesar de ser como un alquiler de placas soleres, nosotros tenemos que encargarnos del mantenimiento de la instalación fotovoltaica, y las posibles reparaciones que deban realizarse.

El alquiler difiere del leasing de paneles solares. La principal diferencia es que cuando alquilamos la instalación fotovoltaica siempre estaremos pagando una cuota mensual, y nunca será nuestra. En el alquiler de paneles solares solo nos beneficiamos de la electricidad generada, y en su caso de la compensación y bonificación del autoconsumo.

Por eso no es muy buena idea alquilar las placas solares, ya que el pago mensual será incluso mayor que el rendimiento fotovoltaico que obtengamos. No obstante, al disponer de una instalación fotovoltaica estamos generando un beneficio a la sociedad, al medio ambiente y a nuestros hijos, ya que ayudamos a disminuir el consumo de combustibles fósiles y a reducir el CO2 en la atmósfera.

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Cuando observamos el funcionamiento del renting de paneles solares, vemos que opera de forma muy similar al leasing o alquiler de placas soleres. Ya que al igual que el leasing, en el renting de placas solares no tenemos que hacer frente a la inversión inicial. También llegamos a un acuerdo con la empresa instaladora o de renting, para que realicen el montaje de los paneles solares, y pagamos una cuota mensual, como un alquiler de placas solares.

En el renting de placas solares, a diferencia del leasing, el contrato entre la empresa y nosotros incluye otros servicios adicionales como el mantenimiento de la instalación fotovoltaica, revisiones de funcionamiento y las actualizaciones de los equipos que sean necesarias. Opciones que no existen en un alquiler de paneles solares ni en el leasing.

• Beneficios del renting de placas soleres

A pesar de estas ventajas, debemos tener en cuenta que tiene algunos inconvenientes. Entre ellos debemos considerar que nunca seremos los propietarios y, por ende, siempre estaremos pagando una cuota mensual. También es importante saber que el contrato de renting suele ser complejo en lo referente a derechos y obligaciones. Esto implica que para muchos de nosotros será difícil entender correctamente todas las condiciones.

Otro inconveniente es que cuando finaliza el contrato, hay empresas que ofrecen la posibilidad de comprar la instalación fotovoltaica y otras no. Esto hace más necesario entender el contrato y saber lo que firmamos. Además, en caso de problemas, si quisiéramos finalizar el contrato, deberemos pagar las penalizaciones que estipule el contrato.

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Ante la duda que podamos tener entre el renting, el leasing o alquiler de placas solares y su compra, revisamos diferentes aspectos y comparamos como se comporta cada una de las alternativas.

Al comprobar los diferentes aspectos, podemos comprobar que en la mayoría de los casos es mejor comprar la instalación de placas solares que las otras opciones**, es decir, leasing de paneles solares, alquiler de placas solares o renting de placas solares.

La única dificultad que tenemos al solicitar a una empresa que nos realice la instalación y aprovechar todos sus beneficios nosotros mismos es que debemos hacer frente a toda la inversión, o bien acudir a alguna forma de financiación fotovoltaica.

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La ventaja de comprar las placas solares frente al alquiler de paneles solares es que el sistema fotovoltaico es nuestro. Si optamos por alquilar los paneles solares estamos siempre pagando y nunca será de nuestra propiedad. Además, puede que paguemos la instalación dos veces durante su vida útil.

Las empresas que prestan el servicio de alquiler de paneles solares hacen publicidad de unas cuotas mensuales bajas, para atraer a nuevos clientes. Estas cuotas muy asequibles implican que para pagar la instalación se necesitan alrededor de 20 años pagando mensualidades. Mientras que si se compra la instalación se puede amortizar la inversión en unos 8 años.

Por eso, desde el noveno año hasta el vigésimo, que sería cuando con el alquiler hemos pagado todas las cuotas, tenemos más de 10 años de beneficio en el ahorro de toda la electricidad generada por las placas. Lo que supone que apenas pagaremos en la factura de la luz, cuando compramos las placas solares.

Por otra parte, si nos decantamos por el alquiler de paneles solares, después del año 20, cuando en teoría ya está pagada la instalación, nosotros seguiremos pagando las mensualidades. Puesto que hemos firmado un contrato de alquiler, por lo que nunca llegaremos a ahorrar verdaderamente en la factura de la luz. Únicamente, si el contrato es de alquiler con opción a compra, pasados esos 20 años las placas solares pasan a ser de nuestra propiedad, empezaremos a ahorrar.

Además, por lo general, el alquiler de placas solares puede llegar a tener unos intereses más altos que un préstamo personal de un banco. Esto hace que al final del contrato habremos pagado el coste de los paneles más el interés. Por lo que el precio final que pagaremos puede llegar al doble del precio de la instalación de placas solares.

Para ilustrar lo explicado, proponemos un ejemplo de una empresa de renting de placas solares. Concretamente de una pequeña instalación fotovoltaica doméstica de 6 placas solares y 2 kW de potencia. Una instalación de este tipo puede costar entre los 4.000 y los 5.000 €. No obstante, la empresa de renting de placas solares ofrece un tipo de interés del 7% anual. Con ello el pago total por la instalación con alquiler de placas solares es alrededor de 8.000 € en cuotas mensuales. Por lo que pagamos casi dos veces la instalación fotovoltaica.

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Elijamos la opción que elijamos, debemos tener en cuenta que sumarnos al autoconsumo y disponer de nuestra vivienda de placas solares aporta muchos beneficios.

• Beneficios del autoconsumo fotovoltaico