¿Cuál es el precio de la electricidad?

• ¿Cuál es el precio de la electricidad?
• ¿Qué tarifa eléctrica es más barata?
• ¿Cómo afecta la energía fotovoltaica al precio de la luz?
• ¿Qué es una tarifa de luz verde?
• Energía solar como sustituto de la electricidad clásica

El precio de la electricidad para los consumidores no depende únicamente del coste que realmente tiene la generación eléctrica. Si no que depende de otros muchos factores como: impuestos, el tipo de tarifa que hayamos negociado con la empresa comercializadora, las estrategias de las empresas energéticas y de las imperfecciones del mercado eléctrico.

Cuando hablamos de imperfecciones debemos entender que no es completamente un libre mercado, sino que está dominado por un grupo de grandes empresas que actúan como un oligopolio. Es decir, que sus estrategias de crecimiento afectan negativamente al precio de la electricidad, no siendo este el más económico precisamente.

Para conocer el precio de la electricidad en cada hora podemos recurrir a la información que nos facilita en tiempo real REE. Este precio corresponde al térmico de la energía activa del PVPC, siglas de “Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor”. Conocida también con el nombre de precio de la electricidad por horas.

Volver al menú de contenidos

Es muy difícil decir que tarifa de luz es la más barata. No solo depende del precio inicial que nos ofrezcan. También influye si hay varios precios por tramos horarios, o si nos ofrecen algún descuento. Evidentemente también influye el horario en que estamos en casa y usamos más electrodomésticos. No obstante, si disponemos de una instalación de placas solares fotovoltaicas nos ayudará a reducir la factura de la luz, y con ello el precio de la electricidad que nosotros pagaremos.

Para conocer un poco mejor el mercado eléctrico y como nos afecta a nosotros los consumidores, debemos conocer los principales tipos de tarifas que podemos contratar. Cada comercializadora ofrece las tarifas de luz que a ellas les interesa. Sin embargo, ello no significa que sean las que más nos convienen, ni las únicas en el mercado.

Una tarifa de luz con precio de la electricidad estable es la que ofrece el mismo precio de la energía durante todo el día y para toda la duración del contrato. Las tarifas eléctricas llamadas estables se componen de dos factores que afectan al su precio final. Estos factores son la potencia contratada y el consumo que realizamos durante el mes.

Componentes de la tarifa de luz estable

Una tarifa de luz con discriminación horaria es la que divide las 24 horas de día en diferentes franjas o periodos. En la actualidad podemos encontrar tarifas con discriminación en tres periodos. Estas ofrecen 3 precios de la electricidad diferentes. Cada periodo dispone además de su correspondiente peaje de acceso. Estos tres tramos de la tarifa reciben los nombres de punta, llano y valle.

Las conocidas como "tarifa de luz" reguladas son las que actualmente se llaman de Precio Voluntario para el Consumidor o PVPC. En esta tarifa, el precio de la electricidad contempla un precio mínimo y uno máximo, que establece el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, y es común para toda España. Este tipo de tarifa conlleva una serie de características que vemos en el siguiente cuadro.

Una tarifa indexada traslada el precio propuesto por el mercado mayorista al consumidor. Es decir, los particulares o empresas que contratemos una tarifa indexada, pagaremos la electricidad consumida al mismo precio que la comercializadora la ha comprado en el Mercado Ibérico de Electricidad. Este es el mercado mayorista o también llamado 'Pool' de electricidad, al que acuden las empresas comercializadoras para comprar la electricidad que tiene contratada por sus clientes. En él, se marca un precio de la electricidad para cada hora del día, es decir, un total de 24 precios diferentes.

No obstante, en nuestra factura de luz aparece un concepto que se suma al total. Este es el coste del servicio o la comisión de la empresa comercializadora por hacer de intermediario para que nosotros podamos, por decirlo de alguna forma, comparar la electricidad en el mercado mayorista.

Con una tarifa de luz plana pagamos una cuota mensual fija, que no tiene por qué coincidir con el consumo real que hemos hecho. Las comercializadoras lanzaron hace tiempo este tipo de tarifas para captar la atención de los usuarios en el sentido de pagar siempre lo mismo. Este precio fijo lo establece la empresa comercializadora en función de una estimación del consumo, basada en el consumo que hayamos hecho durante el año anterior.

De esta forma, al final del año lo que pagamos coincide con lo consumido, más o menos. La empresa no pierde dinero y nosotros sabemos lo que tenemos que pagar y no tenemos sorpresas.

En las tarifas de libre mercado no hay un mínimo ni un máximo para el precio de la electricidad, y pagaremos en función de la oferta de cada empresa comercializadora. Al contrario que en una tarifa de luz controlada o de PVPC.

La cuota fija de electricidad no se puede llamar tarima de luz en sí. Solo es un acuerdo entre la empresa comercializadora y nosotros, por el cual pagamos una cantidad fija al mes o cada dos meses, durante un periodo determinado, que por lo general es de un año. Cuando termina ese periodo, un año por ejemplo, se regularizarán los pagos.

Esta regularización consiste en que la empresa revisa nuestro contador y calcula lo que realmente hemos consumido y lo compara con el precio de la electricidad que hemos pagado cada mes. Si lo pagado es superior a lo que hemos consumido, nos devuelven la diferencia. En cambio, si hemos consumido más, no hacen una factura extra para compensar y que el consumo y los pagos queden igual.

El bono social tampoco es una tarifa de luz propiamente dicha, sino una ayuda que se concede a las familias o consumidores vulnerables. Para poder acceder a este descuento en el precio de la electricidad debemos tener contratada una tarifa de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor y por supuesto cumplir con los requisitos personales, familiares y de renta establecidos en el Real Decreto 897/2017. No obstante, se van actualizando los requisitos por consideraciones temporales como que han requerido de medidas especiales, como la pandemia de la COVID.

Volver al menú de contenidos

Por desgracia el aporte de la energía fotovoltaica no es mucho al mix actual de generación eléctrica de nuestro país. Por ello aún no se nota el efecto que puede llegar a tener en el precio de la electricidad. Todo esto a pesar de que el precio de la energía solar es cada día menor. No obstante, está claro que esto tiene que cambiar en un futuro cercano gracias a los incentivos, subvenciones y las políticas energéticas que desde la Comisión Europea se están desarrollando.

Un ejemplo de ello fuel Real Decreto 244/2019, que daba más claridad al autoconsumo fotovoltaico. También está influyendo la excesiva influencia de las grandes empresas energéticas, que teóricamente ya no disponen del monopolio de la generación, distribución y venta de electricidad. Sin embargo, aún tienen demasiada fuerza y prácticamente están forzando a la subida de los precios.

A pesar de que las nuevas tecnologías, como la energía eólica, la energía fotovoltaica, etc. que cada día tienen un coste menor, lo que favorece que el precio de la energía solar sea menor, esto no repercuta en el precio de la electricidad. Todo lo contrario, desde 2016 el precio de la electricidad no ha dejado de subir.

Volver al menú de contenidos

Las tarifas verdes que ofrecen muchas empresas comercializadoras de electricidad son tarifas en las que la electricidad proviene de centrales o plantas que usan fuentes de energía primaria que son renovables. Para asegurar esto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia audita a las empresas y certifica que las tarifas y por consiguiente la procedencia de la electricidad es “verde”.

La venta de la energía que se produce en plantas solares fotovoltaicas o termosolares se vierte en la red eléctrica y se vende igual que el resto de electricidad que se produce. Para esta actividad no hay ningún requisito tecnológico, únicamente un trámite administrativo. Es decir, para poder vender esa electricidad tenemos que estar registrados como empresa generadora de electricidad y cumplir todos los requisitos y trámites fotovoltaicos que se establece en la normativa.

Con la nueva ley que favorece el autoconsumo esto ya no es posible, si queremos tener una instalación únicamente para autoconsumo en España. Es decir, el objetivo del nuevo cambio es que haya más facilidad para las personas que quieran ahorrar en su factura de la luz, pero esa energía no se puede vender. En todo caso la electricidad que nos sobra es para compensar con la que consumimos de la red, o como mucho bonificarla. Pero nunca podremos hacer negocio con ella.

Volver al menú de contenidos

Quizás pienses: “Esto no tiene sentido, la energía solar es una energía primaria, y con ella ‘fabricamos’ electricidad que usamos como siempre”. Y tienes razón. Pero cuando hablamos de “electricidad clásica”, nos referimos a las formas convencionales de generar electricidad. Métodos muy contaminantes como las centrales térmicas alimentadas con carbón, las centrales alimentadas con gasóleo, o las de ciclo combinado con gas, o las centrales nucleares.

La energía solar como sustituto de la electricidad clásica es una de las mejores alternativas para mantener nuestro planeta verde. Por un lado, el precio de la energía solar ha ido disminuyendo progresivamente desde sus inicios, y ha llegado a unos niveles que la hacen más barata que las convencionales.

Además, es una energía limpia, ya que apenas contaminamos en la fabricación y reciclaje de las placas solares fotovoltaicas. Y con las nuevas tecnologías que se están desarrollando aún se contaminará menos. Y quizás el único impacto que puedan causar sea el visual. No obstante, debemos seguir buscando soluciones ingeniosas que no perjudiquen el medio ambiente, como puede ser el Solar Paint, o combinar la energía solar con la eólica, la biomasa, y otras energías renovables.